La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) se mantiene en guardia ante un mercado mayorista eléctrico que se ha acomodado en máximos históricos. Frente al prolongado descontrol de los precios, el organismo que preside Cani Fernández ha doblado su vigilancia sobre el pool y ha iniciado contactos diarios con las entidades encargadas de gestionar las subastas de luz y gas en territorio peninsular.
Empujada por una orden directa del Ministerio para la Transición Ecológica, el organismo supervisor ha reforzado su cooperación con OMIE y MIBGAS, las sociedades anónimas encargadas de gestionar las diferentes sesiones de negociación del mercado ibérico de luz y gas, respectivamente. El fin último de esta puesta en común periódica es la detección de cualquier eventual manipulación del mercado por parte de los operadores eléctricos.
Históricamente, la CNMC ha supervisado el correcto funcionamiento del pool eléctrico. Pero la escalada récord de luz, gas e hidrocarburos ha llevado al supervisor a extremar las precauciones en aras de detectar posibles irregularidades y malas prácticas de las compañías eléctricas. Así lo afirman fuentes conocedoras consultadas por La Información, que señalan que desde el regulador han empezado a escudriñar diariamente la evolución del mercado en niveles inferiores que, hasta hace poco, no eran analizados con tanta frecuencia.
Además del mercado diario, los técnicos de Competencia, de la mano de los equipos de OMIE y MIBGAS, ha puesto la lupa sobre la negociación de futuros y swaps de electricidad, que son empleados por generadores y comercializadoras para evitar la exposición a las fluctuaciones del precio de la luz. La supervisión de la CNMC se extiende, por tanto, al Mercado español de Derivados (MEFF), que cuenta con un segmento dedicado al sector energético donde se negocian estos productos financieros.
Todo apunta a que el descontrol del precio de la electricidad será la tónica, como poco, hasta final de año. El peso de los acontecimientos ha llevado a la ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, a recular. La misma Ribera que en enero calificó la subida de la luz como un "episodio coyuntural" sin "ningún indicio de irregularidades", el mes pasado enviaba una carta a la propia Cani Fernández instándole a extremar la vigilancia sobre el mercado para detectar cualquier mala praxis de las eléctricas, al tiempo que reconocía que, probablemente, la escalada de los costes luz se mantendrá hasta 2022.
Ribera instó a la presidenta de la CNMC a reforzar la vigilancia sobre el pool poco después de la entrada en vigor de la nueva factura eléctrica
Competencia ha intensificado su vigilancia sobre el mercado eléctrico en paralelo a la entrada en vigor, el pasado 1 de junio, de la nueva estructura tarifaria, una de las apuestas más importantes de la gestión de Ribera. El nuevo recibo echó a andar con el mercado eléctrico ya instalado en cifras récord. La situación desbordó al Gobierno. El 24 de junio, el Ejecutivo se vio obligado a aprobar una serie de rebajas fiscales para abaratar la factura pero, en los momentos de mayor tensión del pool estas se han visto neutralizadas por el propio repunte del precio de la luz, el gas y los combustibles.
La CNMC sobrevuela el pool eléctrico con especial énfasis en un contexto. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha alertado esta semana de que el precio que ha marcado la luz en el mercado mayorista en lo que va de julio anticipa que este mes será el más caro de la historia. De media, el megavatio hora (MWh) supera los 93 euros, un 12% más que el promedio de junio y casi el triple del valor que se registró en julio del año pasado. El pasado miércoles 21 de julio el precio de la luz pulverizó su récord histórico de 103,76 euros, al dispararse por encima de los 106 euros tras aumentar un 4% en una sola jornada.
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