El consejo de administración de Cellnex ha fijado como compromiso la compra de acciones por parte de sus miembros reinvirtiendo al menos un 20% de su remuneración anual. Y las adquisiciones ya han arrancado en la gestora de infraestructuras de telecomunicaciones. Tres independientes, el representante de Edizione y la presidenta no ejecutiva completan las primeras transacciones que suponen un desembolso conjunto de más de 330.000 euros en lo que va de mes de mayo. "Como expresión de alineamiento entre los miembros del consejo y los accionistas", justificaba la propia Anne Bouverot.
Según queda reflejado en los registros públicos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la primera compra del consejo se ejecutó el pasado 13 de mayo. Fue la propia presidenta que invirtió 99.000 euros. Le siguió Christian Coco, dominical en representación del holding de los Benetton, que puso sobre la mesa casi 10.000 euros. En los días siguientes han hecho lo propio Teresa Ballester, Marieta del Rivero y María Luisa Guijarro que han puesto sobre la mesa 49.300, 44.800 y 35.000 euros, respectivamente.
El máximo órgano de decisión de Cellnex por trece miembros, por lo que una parte significativa aún no han comunicado al mercado otras compras. Sí que lo han hecho los dos principales ejecutivos más allá del CEO, Marco Patuano. El responsable de Operaciones, Simone Battiferri, ha invertid 99.600 euros mientras que Raimón Trías, quien fuera designado como jefe financiero el pasado mes de octubre, ha hecho lo propio con algo más de 75.000 euros. El propio Patuano llevó a cabo una compra de más de medio millón de euros en octubre, siendo esta la primera transacción desde que fuera designado como sucesor de Tobías Martínez.
Este compromiso de compra fue planteado -aunque no aprobado formalmente por parte de los accionistas- en la junta general de accionistas por parte de la presidenta entre las medidas para la "creación de valor en línea con los accionistas". En este sentido, planteó que los consejeros iban a adquirir al menos el 20% de la remuneración "como expresión del alineamiento entre los miembros y los accionistas". Hay que tener en cuenta que la retribución anual total máxima a satisfacer al conjunto de consejeros por su pertenencia al órgano o a comisiones no podrá superar los 2,7 millones de euros. Eso sí, los dominicales que forman parte de la Comisión de Asignación de Capital (el representante de TCI y de Edizione) han renunciado a cobrar por pertenece a esta 'sección'.
Esta medida se tomó precisamente después del ruido que hubo entre los accionistas por la política de remuneraciones el año pasado, en la que se incluía un plan de incentivos para el periodo comprendido entre este 2024 y 2026. Obtuvieron un 35% de los votos en contra en la junta de 2023 -un 57,9% de los socios minoritarios-. En la asamblea ordinaria de este año se aprobó el informe de remuneraciones, donde hubo un 85% de votos a favor. Los 'asesores de voto' internacionales fueron críticos con esta política salarial para la cúpula ejecutiva de la compañía pero recomendaron dar la luz verde.
Acciones golpeadas
En estos últimos días, la gestora de infraestructuras ha recibido un espaldarazo importante de Berenberg en un informe en el que elevaban su recomendación a 'comprar' anticipando un programa de adquisición de acciones propias -tal y como apuntó el propio consejero delegado en la presentación de resultados y en la junta-. En las últimas semanas ha ganado algo de aire en el parqué y ha subido prácticamente un 10% desde el descenso vivido en abril. Aún así, desde máximos de 2021, cuando se alcanzaron los 60 euros por acción, hoy cotiza un 42% abajo. Es algo más o menos común al resto de 'torreras', como ha sucedido con las estadounidenses Crown Castle o American Tower.
Esta caída de la acción es el caldo de cultivo para una recompra, una remuneración 'indirecta' de los accionistas. El propio Marco Patuano ya lo avanzó en la junta general: "Con un precio de la acción tan deprimido es una oportunidad muy relevante para hacer dos cosas: una es retornar a inversores y otra es hacer un buen negocio, pues comprar a 31-35 euros es un buenísimo negocio para invertir en nosotros". Además de esta medida también se ha planteado la posibilidad de un dividendo extraordinario. Pero ambas cosas sólo se darán si se firma definitivamente la venta del negocio austríaco, cuyas primeras ofertas no vinculantes llegarán en mayo. "No estamos desesperados, por lo que si los compradores evaluaran el activo de forma oportuna, lo venderemos este año", apostillaba el primer ejecutivo.
Esta venta de activos, que se suma a la desinversión completa en Irlanda y a la entrada de un socio financiero en los países nórdicos, es uno de los signos del cambio de estrategia llevado a cabo por la 'torrera' después del giro importante en el entorno macroeconómico con una subida de tipos que pasó factura a su planteamiento de crecimiento agresivo a base de comprar torres. En el primer trimestre, los ingresos totales crecieron un 7% pero con un recorte a menos de la mitad de las pérdidas netas y la consolidación del flujo de caja positivo.
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