En plenas dudas por la evolución del sector M&A ante la incertidumbre macroeconómica, la plataforma española Deale sigue confiando en su modelo de negocio, en el que pone en contacto a compradores y vendedores para cerrar operaciones corporativas en el mundo de la mediana empresa. La compañía, que durante este 2022 ha dado un salto cuantitativo a su equipo y ha cerrado una ronda de financiación con Nortia Capital junto a la familia Declaux para seguir con sus planes de crecimiento, encadena los dos últimos meses con una media de ofertas por 100 millones de euros, según datos de la compañía facilitados a La Información.
La compañía ha llegado a estas cifras tras registrar a más de 900 inversores, la mayoría de ellos, el 35%, individuales. El resto de potenciales compradores son inversores de corte financiero, family offices e industriales. "Este mes de noviembre se han registrado aproximadamente 180 nuevos interesados", explica Gerard García, fundador del proyecto y ex del banco de inversión Arcano.
Por el lado de las empresas registradas, las cifras son muy similares (967 compañías) y los sectores más representados son los servicios, la industria y la construcción. Fuera del podio aparecen el sector de la informática y del consumo. Y por regiones, Madrid y Cataluña acaparan la mayoría de empresas registradas, seguidas de Valencia y Andalucía. A las compañías y los inversores le siguen los asesores, también inscritos en Deale. Suman 59, entre consultoras y bufetes, principalmente.
La compañía encara la recta final del año consciente de que las valoraciones de las empresas pueden ir a la baja pero con la esperanza de mantener el ritmo de operaciones. El problema es que el contexto internacional, marcado por la subida de tipos, el alza de los precios de la energía o la
Gerard García confía en que Deale resista esta tendencia gracias al segmento en el que operan. Alejados de las grandes operaciones de cientos de millones, la compañía explora únicamente el mid-small market en España, donde se engloban empresas con una facturación que oscila entre los tres y los 50 millones, si bien el beneficio bruto de explotación va desde 1 millón de euros hasta la horquilla de los 3-4 millones. "A nivel macro, las compras apalancadas sufren mucho más con la subida de tipos", defiende García.
En la plataforma todas estas compañías aparecen bautizadas con nombres ficticios (Proyecto Mónaco, Vesper y Brownie son alguno de los ejemplos generados de manera aleatoria por el sistema de Deale) para preservar su confidencialidad. El motivo principal por el que acuden las compañías es "la falta de relevo generacional", explica Gerard García, que añade que la inmensa mayoría busca desprenderse del 100% del perímetro y no abrir una minoría del capital para que entren socios financieros.
El nuevo escenario concursal
Conocedores de que la parálisis de la economía también afecta a las empresas golpeadas por la crisis y por las situaciones de estrés financiero a la que pueden verse sometidas, Deale probará ahora una nueva funcionalidad para intermediar en el mundo de las restructuraciones. La compañía ha iniciado en fase de prueba para pescar entre los concursos de acreedores, tras haber visto "una oportunidad" en la nueva legislación y ser conocedores del repunte de procesos que se están llevando a cabo en los juzgados por el fin de la moratoria concursal que se instauró con motivo de la pandemia.
"De momento, no existe en España ninguna herramienta que permita a los administradores concursales ni a los expertos de reestructuraciones ofrecer unidades productivas de manera transparente", asegura Gerard García. Pese a ello, reconoce también que apenas han dado los primeros pasos en este campo y tampoco tiene ideado cuál puede ser el modelo de negocio que monetice esta labor.
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