Descarbonización de la electricidad

Enel relega la apuesta por el hidrógeno y se centra en desarrollar eólica terrestre

Francesco Starace, consejero delegado de Enel en la presentación del plan estratégico 2020-2022 ENEL (Foto de ARCHIVO) 26/11/2019
Francesco Starace, consejero delegado de Enel en la presentación del plan estratégico 2020-2022 ENEL (Foto de ARCHIVO) 26/11/2019
ENEL
Francesco Starace, consejero delegado de Enel en la presentación del plan estratégico 2020-2022 ENEL (Foto de ARCHIVO) 26/11/2019

Enel ha anunciado su nuevo plan estratégico para los años 2023-2025 que incluye inversiones por valor de 37.000 millones de euros en sus principales mercados, como Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia, mientras desinvierte en el resto de geografías. Este incluye una apuesta decidida por la generación eléctrica mediante energías renovables, especialmente la eólica terrestre. El grupo energético italiano también acelerará su salida del mercado del gas, tanto a nivel mundial como en España, donde venderá su negocio de clientes el próximo año. El nuevo plan estratégico, en cambio, no hace mención alguna al hidrógeno (H2), la gran apuesta de otras energéticas europeas para suplir a los combustibles fósiles con vistas al horizonte 2030. 

Preguntado por esta situación, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, ha descartado hacer grandes inversiones en hidrógeno durante los próximos años al considerar que no es una tecnología madura. "Debemos esperar un año o dos hasta incorporarlo al plan, aunque esto no quiere decir que no estemos trabajando en él. Estamos ensayando la tecnología, trabajamos en planes para que el hidrógeno verde sea competitivo sobre el gris, pero estas inversiones no se acelerarán en los próximos tres años", ha asegurado en la rueda de prensa del Capital Markets Day de la compañía. 

La postura de Enel contrasta así con la apuesta decidida de otras grandes compañías del sector como Iberdrola, que anunció un plan para liderar la producción de H2 verde con vistas a multiplicar su producción por trece hasta 2025, hasta producir un total de 300 MWe (35.000 toneladas/año). La energética tiene una cartera de proyectos vinculados al hidrógeno o sus derivados que asciende a 2.400 MW, el 40% de ellos situados en España tras llegar a acuerdos con socios estratégicos como Fertiberia o Porcelanosa. 

La firma que preside Ignacio Sánchez Galán no es la única gran compañía energética que tiene en marcha proyectos para este nuevo hidrocarburo. Cepsa anunció recientemente la puesta en marcha de un corredor verde de hidrógeno entre Algeciras y Rotterdam; los gobiernos francés y español pactaron el nuevo gasoducto BarMar con vistas a transportar hidrógeno verde y la operadora Medgaz estudiará los traslados de H2 entre España y Argelia, país que se ha convertido en el principal suministrador de gas de Italia tras los cortes de gas ruso. 

Dispara su apuesta por la eólica terrestre

En cuanto a las inversiones anunciadas por Enel, la mayoría de proyectos se desarrollarán en Italia, España y Estados Unidos, además de Sudamérica (Brasil, Chile y Colombia), mercados calificados como estratégicos para la energética. Al mismo tiempo ha anunciado la venta de varios activos en otros países para subsanar buena parte de su deuda, algo que supondrá la venta del negocio de gas de Endesa. 

El grupo italiano apuesta por descarbonizar su negocio, dejando de lado el gas para acelerar la electrificación verde con un programa de inversiones centradas en la energía eólica, que recibirá la mitad de los fondos. La mayor parte se desarrollarán en Europa por tener un "contexto regulatorio estable" y no serán offshore (eólica marina), negocio que Enel ha descartado al no considerar estratégico.

La mayor parte del plan, 22.000 millones de euros, se dedicarán al negocio comercial. El 84% de estos, más de 17.000 millones, se destinarán a generación eléctrica para alcanzar los 75 GWh en operación en 2025, mientras que el 16% restante tendrá como fin ampliar el negocio retail, mejorando los servicios que ofrecen a clientes, como los puntos de recarga para vehículos eléctricos, que se multiplicarán por cuatro hasta 1,6 millones. 

Más generación renovable, más ganancias

Gracias a este impulso hacia las energías verdes, Enel prevé disparar su Ebitda un 13% en esta rama de negocio, que alcanzaría los 14.900 millones de euros, 4.500 millones más que ahora. A eso se suman otros 15.000 millones a invertir en el negocio de redes y distribución, la mayoría de ellas en el viejo continente. Por ello, estima que el Ebitda correspondiente a redes crezca un 4%, hasta los 7.300 millones de euros, 300 millones más que a cierre de 2022.

Las renovables, fundamentales en la nueva estrategia de la compañía, sustituirán de forma paulatina a casi 30TWh que hoy se producen con combustibles fósiles, permitiendo generar hasta 1.100 millones de euros adicionales. Las coberturas completas de los contratos fijos de ventas y PPAs a largo plazo generarán otros 600 millones que, junto a la estrategia comercial y un aumento de los volúmenes y servicios vendidos, impulsarán el resultado final de explotación en los próximos años. 

Sale de Rumanía, Perú y Argentina

En cuanto a las ventas, Enel ha anunciado la venta de su cartera de gas en España, su salida de Perú y Argentina, la venta total del negocio en Rumanía y planea deshacerse de su central eléctrica en Ceará (Brasil) para centrarse en distribución de redes en las grandes ciudades del país como Sao Paulo o Río de Janeiro. Este año ya cerró su salida de Rusia y la venta de otros activos en Chile y Brasil. 

Siempre que las condiciones del mercado se mantengan, Enel estima que las nuevas inversiones y ventas reduzcan su deuda neta en 12.200 millones el próximo año 2023, cuando se contabilizarán todas las desinversiones mencionadas, que se suman a los 5.600 millones que reducirá a cierre de 2022 y otros 2.800 millones menos en 2024. Con ello, pasará de tener contabilizados 60.000 millones hoy a cerca de 51.000 millones en 2025

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