150 despidos en dos años

El gigante Nokia advierte del frenazo de las telecos pese a ser un sector "crítico"

Pone el dedo en la llaga y asegura que ser considerado como "sector crítico" durante la pandemia no ha curado los problemas marcados por el alto endeudamiento. Confían en el 5G como vector de crecimiento.

Nokia stand
Nokia sufre la ralentización de las telecos en España.
Agencia EFE
Nokia stand

Es uno de los principales proveedores del sector de las telecomunicaciones a nivel global, junto con Ericsson y la china Huawei. También en España. Ahora, el gigante finlandés Nokia pone el dedo en una de las contradicciones más importantes que vive este mercado tanto a nivel local: se ha convertido en un servicio "crítico" tras la pandemia global del coronavirus, pero se ha ralentizado la inversión y el crecimiento debido a los altos niveles de endeudamiento de las operadoras y a otros factores como la dependencia de China en el suministro de equipamientos o la guerra de precios.

Los finlandeses ponen la vista en los primeros despliegues de la red ultrarrápida 5G, que se han llevado a cabo este año con el estándar inicial y que se intensificarán en 2022 con el espectro radioeléctrico ya adjudicado, como factor de crecimiento en los próximos años en territorio español. Mientras tanto, la filial local ha llevado a cabo un nuevo ajuste de plantilla para evitar duplicidades y reducir costes. El movimiento es similar al vivido en las compañías como Telefónica, Orange y Vodafone, que han aprobado diferentes reducciones de plantilla en los últimos ejercicios.

La facturación y la visión del negocio de compañías como Nokia, que controlan un tercio de buena parte de la inversión en redes de las grandes operadoras, es un termómetro claro. Y lo que queda claro de sus números es, precisamente, que se vive todo un frenazo. "A pesar de ser considerado un sector crítico durante la pandemia y que ha permitido avanzar a pasos agigantados en la digitalización, ha mostrado también signos de ralentización", apunta en su memoria anual recién presentada ante el Registro Mercantil español. El importante pasivo acumulado durante los últimos años de despliegues récord en fibra y red móvil pesa en las cuentas.

Desde la compañía dirigida por José Ignacio Gallego en España no se ha señalado tan directamente al Gobierno y a la inestabilidad política, como sí que ha hecho su máximo rival, Ericsson. Éste último fue muy duro en el año 2019, cuando cargó contra los riesgos vinculados a esa situación de gobernabilidad en el país.  "El país vive una inestabilidad política tras la moción de censura del 2018, que motivó la llegada de un nuevo presidente del Gobierno, Pedro Sánchez del PSOE, apoyado en sus pactos con partidos nacionalistas y populistas", aseguraba. Un año después, ante la llegada de los fondos europeos y con el incipiente despliegue de las redes 5G, suavizaron claramente el mensaje.

En esto sí que los discursos de ambas multinacionales son especialmente similares. Nokia pone la vista en los "primeros despliegues de 5G en 2021 que esperamos dinamicen el sector en los próximos años y deriven en un incremento de los niveles de inversión de nuestros clientes [los operadores]". Y además señala la otra clave que también refleja la propia Ericsson: los fondos europeos de recuperación Next Generation. "Tenemos la intención de reforzar nuestra presencia institucional, en los diferentes organismos, de cara a poder ayudar en la definición y ejecución de los planes estratégico, así como ser un actor relevante en el plan de recuperación", admiten.

Las cifras, a la baja

Los ingresos de la compañía finlandesa se han estancado debido a esa ralentización en la inversión en el sector. Se quedaron en 442 millones de euros en 2020, lo que supone apenas un 1% de caída respecto al año anterior. Lo que sí que se ha reducido de manera muy importante es la rentabilidad, pasando de los 7,6 millones de beneficio neto a menos de un millón. ¿La razón? Disparó el Impuesto de Sociedades hasta los 5,5 millones, debido a que no pudieron apuntarse créditos fiscales procedentes de retenciones por doble imposición internacional de sus operaciones en Latinoamérica.

Como telón de fondo está también el tijeretazo a la plantilla en España que ha vivido la finlandesa después de la integración de la división de redes con Alcaltel-Lucent. En el año 2020 se amortizaron un total de 35 puestos de trabajo, con despidos pactados con la representación legal de los trabajadores en el mes de abril. Ya en 2019 se sumaron algo más de un centenar. La plantilla se quedó en algo más de 850 trabajadores. Este recorte también lo han vivido sus rivales suecos, que han ido encadenando diversos Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) en los últimos años.

Al margen del negocio, Nokia también se ha tenido que ver las caras con la Agencia Tributaria. En febrero de 2019, los inspectores iniciaron una investigación de los años 2015 y 2016 tras la fusión con Alcaltel-Lucent. El proceso se vio retrasado por la pandemia del coronavirus y la suspensión de los plazos. Finalizaron el pasado mes de febrero con la firma de once actas de las que cuatro son en disconformidad. No se desglosa por parte de la multinacional cuánto deberá abonar y tampoco ha provisionado ninguna cantidad pues entiende que existe un "riesgo remoto" de que tenga que hacer frente al desembolso futuro.

Periodista económico nacido en tierras andaluzas (Jaén, 1983). Me incorporé al equipo de La Información a principios del año 2018 para cubrir el sector de las telecomunicaciones, las startups y las grandes empresas tecnológicas. Anteriormente, me ocupé de la misma área informativa en el diario 'El Español' desde su fundación. Durante los años previos colaboré en diversos medios como 'El Confidencial', 'Expansión' y las revistas 'Forbes' o 'Emprendedores'.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento