Naturgy afronta este martes uno de sus consejos de administración más trascendentales. Sus 12 miembros discutirán la llegada de Ignacio Gutiérrez-Orrantia como consejero delegado tras el descontento de los fondos que controlan la gasista con la gestión de Francisco Reynés. El actual máximo responsable de la banca de inversión de Citigroup para Europa, Oriente Próximo y África tendrá la misión de revalorizar los activos de la compañía con o sin 'Géminis' para facilitar una posible venta de parte del capital.
Fuentes empresariales aseguran que Global Infraestructure Partners (GIP) y CVC Capital Partners, que controlan el 40% del capital, han sido los principales impulsores de acelerar el cambio en la cúpula de la compañía y restar así poderes a Reynés. Las mismas fuentes afirman que Gutiérrez-Orrantia cuenta con el beneplácito del propio Isidro Fainé, presidente de CriteriaCaixa, el principal accionista con un 26,7% del capital.
Reynés es presidente de Naturgy desde febrero de 2018 y es el único consejero con la condición de ejecutivo. Fainé (que no tenía funciones ejecutivas) le dio el relevo como su hombre de confianza cuando Reynés era vicepresidente y consejero delegado de Abertis. Su nombramiento también supuso la salida del entonces consejero delegado de Gas Natural Fenosa Rafael Villaseca.
Pendiente de resultados semestrales
Naturgy consiguió cerrar 2022 con el mejor resultado de su historia al ganar 1.649 millones de euros por los altos precios de la energía, pero todavía su evolución este año es desconocida, porque ha sido la primera empresa del Ibex 35 en acogerse a la reforma de la ley que permite no presentar resultados trimestrales. Con los márgenes a la baja y las expectativas de sus accionistas al alza, la búsqueda de un revulsivo para la dirección de la compañía ha cobrado fuerza tras el estancamiento del plan de escisión que se anunció en febrero de 2022.
Reynés, al que también se le juzgará por los resultados semestrales que la compañía pretende presentar antes de que termine julio, fue reelegido en el cargo hace apenas unos meses para otros cuatro años, pero le ha pesado la renegociación del contrato de aprovisionamiento con Argelia y la imposibilidad de relanzar Géminis. El directivo eligió el peor momento sin saberlo para acometer la transformación más importante de la historia de la empresa. A los veintitantos días de anunciar el plan para dividir Naturgy en dos sociedades cotizadas se produjo la invasión de Rusia a Ucrania y el panorama energético saltó por los aires.
La idea es que una compañía englobe el negocio liberalizado y otra se encargue de las actividades reguladas. Ambas seguirían cotizando tras una partición del capital de una acción por dos. De este modo, los accionistas tendrían títulos en la dos empresas a partes iguales, con la mitad del valor actual. Los fondos entendieron la operación como una posible vía para desprenderse de activos libres, pero el contexto geopolítico frenó cualquier tipo de movimiento. Tras muchos rumores sobre posibles movimientos accionariales, en noviembre del curso pasado los fondos quisieron calmar las aguas asegurando su "compromiso inversor".
Ahora, Naturgy se plantea dar parte del núcleo del poder al nuevo consejero delegado, según adelantó Cinco Días, y se abre un nuevo horizonte por definir. El propio Gutiérrez-Orrantia fue quien lideró el informe del consejo de administración de Naturgy sobre la opa de IFM y el último plan estratégico del grupo. La comisión de Nombramientos, Retribuciones y Gobierno Corporativo del consejo de administración de Naturgy se ha reunido hasta cinco veces en los dos últimos meses para discutir la vuelta de la figura del consejero delegado. Naturgy es la única energética del Ibex 35 que todavía concentra las figuras de presidente y consejero delegado en una misma persona. Iberdrola fue la última en separar los cargos, aunque Ignacio Sánchez Galán continúa con todos los poderes ejecutivos.
IFM se refuerza en Naturgy
Por su parte, mientras ha sobrevolado la opción de salida de CVC y GIP, IFM se ha ido reforzando tras la opa. La oferta principal se dirigió al 22,69% y con este capital habría logrado dos asientos, pero finalmente la consumó en un 10,83%. No obstante, fue elevando su participación con compras minoritarias (hasta alcanzar el 14% actual). Tras meses de rumores y disputa interna entre IFM y CriteriaCaixa, Jaime Siles pasó a formar parte del consejo de administración. Para que se produjera la entrada de Siles sin ampliar el número de consejeros, renunciaron los independientes Francisco Beli y Ramón Adell. Este último pasó a ser nuevo consejero dominical por cooptación de CriteriaCaixa.
De este modo, CriteriaCaixa reforzó su posición, pasando de dos a tres consejeros, mientras que CVC y GIP se mantuvieron con dos asientos. Además, Reynés y el resto de la cúpula directiva ganaron poder ante la llegada de IFM y no tienen que dar cuenta al consejo para operaciones de ventas de activos que tengan un valor inferior a 100 millones de euros, cuanto antes el límite estaba en 50 millones. También puede firmar contratos de aprovisionamiento de gas valorados hasta en 300 millones de euros y se elevó a 800 millones de euros la línea roja para que estos contratos deban contar con el respaldo mayoritario del consejo.
Recorte del dividendo
Bajo el plan estratégico que aprobó en 2021, Naturgy contempla inversiones por valor de 14.000 millones, de los que 8.700 se destinarán al crecimiento en el área de renovables a fin de triplicar su capacidad instalada en energías limpias. En contrapartida a este esfuerzo, hay un recorte en el reparto de beneficios entre los accionistas, al incluir la entrega de 5.900 millones en dividendos. La cifra supone un 'tijeretazo' a la retribución del accionista que contemplaba el plan anterior (2018-2022), pues el 'pay out' cae al 85% del beneficio frente al 120% que incorporaba la hoja de ruta precedente.
Los pequeños accionistas de Naturgy vienen recibiendo recomendaciones de distintos 'proxy advisor' para que voten en contra del incentivo a largo plazo de Reynés y otros directivos. El directivo elevó un 5% su sueldo en 2022 al embolsarse un total de 5,85 millones de euros, mientras que el recorte de plantilla en todo el mundo se y se ha intensificado desde que llegara a la presidencia.
Comentarios