Recortes en el sector energético

Las eléctricas dejan de ser un refugio para el empleo a pesar de los beneficios

Las tres grandes del sector, Iberdrola, Endesa y Naturgy, obtuvieron 3.307 millones de euros de ganancias en el primer semestre.

Resucitan planes de 2018 para ingresar más con la crisis
Las eléctricas aplican planes para ajustar las plantillas.
EFE
Resucitan planes de 2018 para ingresar más con la crisis

Las grandes compañías eléctricas han dejado de ser un refugio para el empleo, los salarios por encima de la media y las retribuciones en especie. Los cambios en el modelo de negocio, la digitalización y la crisis desatada por la pandemia ha acelerado los planes de ajuste de las grandes compañías a pesar de que siguen ganando dinero. Iberdrola -9.600 empleados en España- se ha sumado a Endesa y Naturgy  al plantear a los sindicatos recortes de personal en el inicio de la negociación del nuevo convenio colectivo. Iberdrola (1.845 millones, 12,2% más), Endesa (1.128 millones, 45% más) y Naturgy (334 millones, 43% menos) sumaron 3.307 millones de beneficios en el primer semestre.

Las salidas de personal de los grandes grupos energéticos, al menos de momento, se plantean mediante planes pactados dirigidos a los empleados de mayor edad. Son la aguja de una brújula que apunta a los ajustes. En los últimos meses, todas las compañías han apostado por hacer nuevos agujeros en el cinturón. La Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aeléc), la antigua Unesa, que representa a las cinco grandes-Endesa, Iberdrola, Naturgy, EDP y Viesgo- se convirtió en julio en la piedra de toque de la nueva política laboral de las compañías.

Aeléc, financiada con las aportaciones de las eléctricas, comunicó al personal en activo y a los jubilados el inicio de un procedimiento de modificación sustancial de condiciones de trabajo de carácter colectivo que conllevaría, entre otras cosas, recortes en la retribución en especie -bonificaciones en el recibo de la luz- y extinción de las pólizas de seguro privado suscritas con Adeslas. En Aeléc ha habido acuerdo. No ha habido despidos, pero si cambios en los derechos sociales tanto del personal en activo como de los jubilados.

Nuevo convenio

En Iberdrola, el inicio de la negociación del VIII Convenio Colectivo, ha recogido la nueva estrategia de la empresa: aligerar la plantilla  y gastar menos en las retribuciones en especie de los empleados, algo que provocó un auténtico incendio en Endesa en su día y que aún colea en los tribunales. En Iberdrola, las negociaciones con los sindicatos no han hecho más que empezar. Las cifras que plantea la dirección de la compañía de hasta un 15% de recorte en la plantilla, como las que plantean los sindicatos -incrementos salariales de entre el 1,5 % y el 3,7 % y reducción de horas anuales trabajadas, entre otras- son las posiciones de partida.

En Endesa, la batalla para recortar costes en el nuevo convenio duró dos años. El nuevo acuerdo laboral recoge recortes en el salario en especie de jubilados y activos y sólo cuenta con el respaldo del sindicato mayoritario UGT. Junto con el convenio, y con el cierre de centrales de carbón en marcha, Endesa adelantó el modelo de ajuste de empleo que conllevará la reconversión. 

La compañía que dirige José Bogas acordó con el sindicato mayoritario UGT un plan de bajas voluntarias al que se podrán acoger todos los empleados que hayan cotizado al menos 25 años. Endesa se compromete a sufragar hasta 15 años de salario a quienes cumplan el requisito, aunque con rebajas de entre el 40% y el 20% respecto al salario real según el tiempo que falte hasta la edad de jubilacion de 65 años. 

Extensión del modelo

El propietario de Endesa, el grupo italiano Enel, va a extender al conjunto de sus empresas el modelo de ajuste de empleo pactado en la filial española, con salidas voluntarias y recolocaciones. La intención es adecuar la plantilla, 68.000 trabajadores en 32 países, al proceso de descarbonización. Los ajustes afectarán, además de España -10% de la plantilla, unos 800 empleados- a Italia y a Chile fundamentalmente.

Naturgy también ha aplicado medidas para aligerar la plantilla desde la llegada de Francisco Reynés a la presidencia. En 2019 redujo su plantilla en 850 empleados y ya tiene 3.000 menos que en la etapa de Rafael Villaseca al frente de la compañía. Como en el resto de las empresas del sector, los ajustes en el grupo se han llevado a cabo mediante  bajas incentivadas y prejubilaciones y han afectado sobre todo a mayores de 55 años. Son tiempos de cambio.

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