Florentino jugará al rebote

Los Benetton buscan un fondo que se haga con los aeropuertos de Atlantia

El holding inversor Edizione trata de sumar a un tercer aliado a su acuerdo con Blackstone, con quien los socios de ACS en Abertis han lanzado una opa por el gigante transalpino a 23 euros por acción.

Alessandro Benetton, presidente ejecutivo de Edizione
Alessandro Benetton, presidente ejecutivo de Edizione
EFE
Alessandro Benetton, presidente ejecutivo de Edizione

Nuevo giro en la batalla por Atlantia. Los Benetton, dueños del capital del gigante italiano a través de Edizione, tratan de sumar a un tercer aliado al acuerdo con Blackstone, el private equity con quien los socios de ACS en Abertis lanzaron una opa de exclusión por Atlantia a 23 euros por acción el pasado 14 de abril. Según fuentes internas consultadas por La Información, el holding inversor que preside Alessandro Benetton ha empezado a sondear el mercado en busca de un fondo de infraestructuras que adquiera el negocio de aeropuertos del coloso transalpino una vez culmine el proceso de opa por el 100% de Atlantia.

Se trata de un activo jugoso que incluye cinco aeropuertos, los de Fiumicino y Ciampino, en Roma, y tres bases aéreas en la Costa Azul francesa, las de Niza, Cannes y Saint Tropez. El negocio aeroportuario contribuyó con el 5% de los ingresos operativos del grupo italiano en 2021. En concreto, Atlantia ingresó 528 millones de euros a través de Aeroporti di Roma (ADR) y otros 174 millones de sus bases lusas.

No es la primera vez que la venta del negocio aeroportuario de Atlantia circula en el mercado. En 2017, cuando la italiana lanzó una opa sobre Abertis a la que se acabó sumando ACS, varios informes de analistas convinieron que la familia Benetton debía encarar un proceso de desinversión con los aeropuertos en el foco. En lugar de eso, Atlantia engordó su red ese mismo año con la compra del 29,38% de Aeroporto Guglielmo Marconi, la concesionaria que opera el aeropuerto de Bolonia, por 164,5 millones.

El próximo objetivo de la familia Benetton es encontrar un fondo de infraestructuras especializado en la gestión de aeropuertos que se haga con dichos activos. Este tercer inversor entraría en escena en el marco del proceso de carve out (venta de activos no estratégicos) que, según las fuentes consultadas, sucederá a la adquisición del conjunto de Atlantia por parte de Edizione y Blackstone, en aras de centrar los esfuerzos de la compañía en el desarrollo del negocio de autopistas de pago.

Precisamente el negocio de carreteras de peaje de Atlantia es lo que motivó a ACS a sellar un acuerdo exclusivo con el gigante canadiense Brookfield y  el fondo estadounidense GIP para adquirir la multinacional italiana. Con este pacto, el grupo que preside Florentino Pérez buscaba comprar "la mayoría del negocio de concesiones de autopistas de Atlantia", incluido el 50% que no controla de Abertis. Mientras que sus dos aliados se quedarían con el resto de los activos del coloso transalpino.

Los planes de ACS salieron a la luz cuando el grupo que dirige Florentino Pérez aún se encontraba puliendo los pormenores del acuerdo con Brookfield y GIP, lo que dio margen suficiente a sus socios en Abertis para pasar al contraataque. El consorcio Benetton-Blackstone lanzó su oferta pública de adquisición por Atlantia, "para garantizar la integridad de la compañía ante una oferta hostil", solo una semana después de que la empresa española se viese empujada a desvelar su estrategia ante el mercado. 

La opa se dirige al 66,9% del capital de Atlantia que no controla Edizione y el precio acordado, 23 euros por título, valora la operación en 45.000 millones de euros, incluida deuda, y eleva el desembolso máximo de los Benetton y su copiloto estadounidense a 12.706 millones. Este umbral acerca la valoración al horizonte de cotización que mantenía la compañía italiana en 2019, antes del golpe de la pandemia y de la reciente venta por parte de Atlantia de su 88,06% en la filial de autopistas Autostrade per l'Italia (ASPY) en 2021.

ACS podría verse abocado a jugar al rebote en Atlantia, a la espera de que los Benetton y Blackstone suelten lastre para centrar el foco en las autopistas

ACS trató de hacerse con ASPY, sin llegar a presentar una oferta definitiva, el año pasado. La constructora que dirige el presidente del Real Madrid estaba dispuesta a pagar 10.000 millones de euros por los 3.500 kilómetros de autopistas de Autostrade, pero finalmente sus socios en Abertis se decantaron por la oferta de 8.000 millones presentada por el banco italiano Cassa Depositi e Prestiti (CDP) y los fondos Blackstone y Macquarie, tras alegar que no confiaban en la "viabilidad económica" de la propuesta de ACS.

Todo apunta a que ACS marcaría distancias ante una cada vez menos probable guerra de opas por Atlantia. Se trataría de la segunda oportunidad que se le escapa al grupo español de consolidar un líder mundial de autopistas en territorio italiano en menos de un año. El propio Pérez aseveró el pasado viernes, en la junta de accionistas de ACS, que la meta del grupo sigue siendo "incrementar el peso de la actividad concesional con la inversión en nuevos proyectos de infraestructuras y renovables". Ya sea a través de Iridium o de Abertis. No es posible descartar que ACS pueda jugar al rebote en Atlantia, a la espera de que los Benetton y su aliado neoyorkino se decidan a soltar lastre.

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