Ante la escalada alcista en el pool

Ribera invoca a los fondos activistas y redobla la presión sobre las eléctricas

Teresa Ribera
La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera
Agencia EFE
Teresa Ribera

La batalla entre la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, y las grandes cotizadas del sector energético se ha encarnizado, avivada por el cruce de acusaciones en que ha derivado la imparable escalada del precio de la luz. La vicepresidenta tercera ha aprovechado el último asalto para meter presión al 'Ibex eléctrico' y lo ha hecho invocando a los grandes fondos activistas de private equity presentes en el capital de estas compañías, a los que Ribera ha descrito como actores de peso alineados con los criterios del  Ejecutivo. 

Ribera invoca a los fondos activistas y redobla la presión sobre las eléctricas

La ministra recordó que aquellos accionistas institucionales que se rigen por criterios de sostenibilidad y responsabilidad social, cuentan con margen de maniobra suficiente para amonestar la "falta de empatía social" de los principales operadores del sistema eléctrico. Entre otras cosas, Ribera ve en los fondos activistas un aliado para redoblar la presión sobre los equipos gestores de las eléctricas a fin de limitar el peso de la generación hidráulica a la hora de marcar los precios en el mercado mayorista de electricidad.

Ribera compareció este lunes en el Congreso de los Diputados para rendir cuentas ante la Comisión de Transición Ecológica y Reto Demográfico, principalmente, por los efectos en los consumidores de la histórica subida del precio de la luz. Lo hizo a petición propia, pero hubiera tenido que hacerlo de todos modos, ya que el conjunto de los grupos parlamentarios había solicitado a la Diputación Permanente un 'cara a cara' con la ministra de energía aún con el curso político por arrancar. En su intervención, Ribera señaló directamente a los gigantes españoles del sector: "No han mostrado ninguna empatía social... y la empatía cotiza en bolsa".

Por primera vez desde que empezó su enfrentamiento con los principales operadores del sistema eléctrico, Ribera reconoció la legalidad de sus actuaciones. Pero el último dardo de la ministra iba dirigido al corazón de las grandes energéticas cotizadas de nuestro país, donde gigantes financieros de todo el mundo llevan meses encabezando una serie de movimientos corporativos que han transformado la estructura accionarial de estas empresas. BlackRock, JP Morgan, EQT, Goldman Sachs, Norges, QIA... La advertencia de Ribera cobra fuerza si se tiene en cuenta el creciente peso del capital riesgo en el mapa energético nacional. 

Las grandes firmas de private equity han renovado su apetito por el negocio verde en España alentados por una serie de factores que no escapan al conocimiento de la ministra. La presión que, internamente, empuja a los fondos activistas a dirigir su esfuerzo inversor a proyectos comprometidos con los criterios ESG (medioambiental, social y gobernanza), el encaje de los activos verdes en la política energética estatal y la propia transformación interna de los colosos del sector, decididos a redireccionar todo su esfuerzo inversor hacia las energías limpias, como demuestran sus últimos planes estratégicos para el próximo lustro. 

Un vistazo al mapa accionarial de los principales grupos energéticos de nuestro país demuestra que, en la carrera verde, los fondos activistas tienen mucho que decir acerca de las decisiones adoptadas por los equipos gestores de estas empresas. En el capital de Iberdrola sobresalen BlackRock (5,3%), Norges Bank (3,1%) y QIA, el fondo estatal de Qatar (8,7%). Mientras que en el capital de Repsol destacan BlackRock (5,2%), JP Morgan (6,8%), Norges Bank (3%) y Amundi (4,5%). Este último también ha aterrizado en Endesa donde, el pasado enero, la gestora internacional Fidelty también afloró un 1%, posición valorada en cerca de 230 millones de euros.

Mención especial merece el caso de Naturgy donde el Gobierno acaba de dar luz verde a la ofensiva del fondo de pensiones australiano IFM, por hasta el 22,69% de su capital. Ribera fue una de las tres ministras encargadas de determinar la postura del Ejecutivo en la transacción. En el accionariado del grupo que preside Francisco Reynés también cuentan con una posición destacada CVC (20,4%) y GIP (20,6%). Otras firmas de inversión como Sonatrach, con un 4,1% se reparten el capital. Las empresas de titularidad pública tampoco se libran de la conquista del private equity. Es el caso de Red Eléctrica, donde alrededor de un 20% está en manos de inversores institucionales extranjeros, como BlackRock o Bank of Montreal

Atajar la crisis de la luz desde el flanco medioambiental

En su intervención, Ribera puso el foco en la situación que han vivido las centrales hidroeléctricas. Según la ministra, en estas instalaciones -cuya gestión está en manos de los principales operadores del sistema eléctrico con Iberdrola a la cabeza-, se ha producido una "escandalosa" reducción del caudal que no responde a la escasez de recursos. La socialista ha advertido de que su departamento tiene previsto atajar la cuestión desde la perspectiva medioambiental.

En concreto, la estrategia de la ministra para blindar la intervención pública en la gestión de embalses descansa sobre el artículo 55 de la Ley de Aguas. Este recoge que, de manera temporal, las autoridades competentes podrán "condicionar o limitar el uso del dominio público hidráulico para garantizar su explotación racional". La reciente comparecencia de Ribera anticipa cambios en la lucha entre el ministerio y las grandes eléctricas. Todo hace indicar que desde ahora el enfrentamiento alternará el fuego cruzado por el descontrol de la factura eléctrica, con una oportuna y no menos encarnizada batalla por el medioambiente.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento