Robots antiaccidentes, laboratorios virtuales y las 7 dimensiones: la Iberdrola del futuro nace en Larraskitu

Las redes eléctricas (presentes) y del futuro de Iberdrola se desarrollan en el 'Global Smart Grids Innovation Hub' que la compañía tiene en el centro corporativo del barrio bilbaíno de Larraskitu, que a finales del año pasado fue rebautizado como centro corporativo José Ignacio Berroeta en homenaje a la figura de quien fuera consejero delegado de la compañía y presidente de BBK.

Inaugurado en octubre de 2021, el 'hub' reúne a más de 200 profesionales en el desarrollo de proyectos de I+D+i relacionados con los retos de las redes eléctricas del futuro, entre ellos, una mayor digitalización, el tratamiento de los datos que generan estas infraestructuras y la respuesta, en términos de solidez y flexibilidad, de la red eléctrica a nuevos modelos de consumo, como la movilidad eléctrica y el autoconsumo.

De este modo, se sitúa como piedra angular para i-DE, distribuidora del grupo Iberdrola, pese a que este espacio -de más de 1.000 metros- apenas alcanza los tres años. La Información ha podido conocer en detalle la operativa diaria del 'Global Smart Grids Innovation Hub' de la mano de su directora, Noemí Alonso. Viajamos a Bilbao y una vez cruzamos las puertas del centro entramos en un ecosistema mundial de innovación y conocimiento en redes inteligentes. Espacios diáfanos y coloridos y 'paredes' de cristal al más puro estilo de Silicon Valley, y lo que es más importante, cargados de tecnología.

Laboratorio virtual dedicado al tratamiento de los datos

El centro cuenta con cinco laboratorios, pero uno de ellos es completamente virtual y está destinado al tratamiento de los datos. Como no podía ser de otra manera, no podíamos volvernos de Bilbao sin saber lo que realmente pasa allí dentro -hasta donde se puede contar, claro está-. La jornada incluyó así visitas a los laboratorios y entre ellos destacan dos: 'Smart Cities' y 'Digital Factory'. Probablemente estarás pensando en una especie de película futurista y en soluciones para la red eléctrica que llegarán dentro de muchos años. En parte es así y en ambos se estudian aplicaciones que llegarán más adelante, pero, por ejemplo, en el primero ya se testean desarrollos en el área de digitalización y automatización de la red de baja tensión, la más próxima a los hogares. 

Pongamos un ejemplo. La red eléctrica se ha configurado para conectar la generación con la demanda como una cascada, en la que la electricidad circulaba en un único sentido desde los grandes centros de generación hasta los centros de consumo (hogares, negocios, etc.) a través de los distintos niveles de tensión. En la actualidad, la introducción progresiva de la generación distribuida, el desarrollo del autoconsumo, los nuevos usos de energía eléctrica (el coche eléctrico), la introducción de baterías …. Supone un grado de complejidad en la explotación de la red y en su desarrollo, pasando de un modelo con flujo eléctrico unidireccional a multidireccional.

Bajo este escenario, i-DE ha creado un estabilizador de tensión inteligente que ayuda a regular o aumentar la capacidad de la red de una manera mucho más eficiente, evitando también problemas en el suministro. Por el momento lo está instalando en las zonas donde se producen más anomalías y ya lleva más de 180. La distribuidora de Iberdrola gestiona y mantiene 270.000 kilómetros de líneas eléctricas de distribución que se extienden por 10 comunidades autónomas y 25 provincias, en una superficie que abarca 200.339 kilómetros cuadrados. Asimismo, cuenta con más de 98.000 centros de transformación en servicio y más de 1.100 subestaciones para ofrecer el mejor servicio a nuestros más de 11 millones de clientes.

Un robot de última generación llamado con nombre de persona

Por su parte, cuando cruzas la puerta corredera automática del Digital Factory (la única opaca del 'hub' que no dejar ver lo que está pasando dentro), entras en el mundo de las 7 dimensiones y allí está Rov3rt. No hay error ortográfico si es lo que estás pensando, sino que es el nombre del robot de última generación revisa las subestaciones que llevan la electricidad a nuestras casas. Podríamos decir así que es parte de un gesto tan cotidiano como apretar el interruptor de la luz. En concreto, este se encarga de forma simple los procesos más mecánicos que realizan los trabajadores de i-DE. Primero, escanea toda la subestación para detectar todos los elementos más importantes y moverse con facilidad. El objetivo es alertar de riesgos potenciales y evitar accidentes.

Rov3rt va equipado hasta los dientes con cámaras que captan imagen, sonido y temperatura. Los trabajadores del 'hub' pusieron un ejemplo práctico en el que el robot detecta una bolsa de plástico enganchada en uno de los elementos de la subestación. A simple vista parece una bolsa sin más pero puede desatar un grave incendio. Además, aquí también entra en juego la realidad aumentada y la inteligencia artificial. El equipo de i-DE también puede trabajar previamente en un gemelo digital de la subestación en siete dimensiones creado por el laboratorio del 'hub' e incluso puede adentrarse en ella de manera virtual con unas gafas de realidad aumentada al mismo tiempo que el operario allí presente. Todo en aras de evitar siempre que sea posible el contacto humano con cualquier elemento de riesgo. 

Las subestaciones de Iberdrola también están equipadas con candados que incluyen tecnología NFC. Puede parecer una tontería a simple vista y, de hecho, algunos modelos se pueden comprar ya en cualquier 'marketplace', sin embargo, este tipo de elementos va mucho más allá de la comodidad de que los trabajadores no tengan que llevar llaves físicas y puedan entrar con un simple gesto con el móvil. Los candados registran toda entrada y salida del operario con sus datos personales para que en caso de accidente se le pueda identificar y actuar de la manera más rápida posible.