El fabricante de trenes Talgo surca la primera mitad del año con un notable impulso a sus ingresos, que alcanzan los 346 millones de euros y suponen un 20% más que en el periodo comparable del ejercicio anterior. Según comunica la compañía ferroviaria de orígenes vascos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), su beneficio neto se duplicado hasta alcanzar los 14 millones de euros en un año.
Envuelta en un cambio accionarial que copa todas las portadas, la empresa española no cesa su expansión y cierra otro periodo de alta actividad industrial en proyectos tanto nacionales como el suministro de trenes a Renfe, como internacionales a través de grandes pedidos para DB (Alemania) o DSB (Dinamarca). La otra pata principal de su negocio proviene del mantenimiento, que continuó manteniendo su perfil recurrente y estable, aportando aproximadamente el 40% de los ingresos totales.
A cierre de junio, la cartera del fabricante supera los 4.000 millones de euros con un predominio de pedidos procedentes del mercado europeo y una fuerte demanda de Oriente Medio y el Norte de África. Una vitrina, que el fabricante quiere seguir llenando de proyectos mientras analiza oportunidades para los próximos dos años por valor superior a los 6.000 millones de euros. Según detalla en su presentación de resultados remitida a cierre de mercado, el 64% de los proyectos potenciales de su hoja de ruta residen en el mercado europeo.
Magyar se queda sólo en la disputa por Talgo
Una ambición que quiere hacer realidad con un socio industrial que tome el control del 100% de su capital, al que aspira el consorcio 'húngaro' Magyar Vagon tras formalizar una oferta pública de acciones (opa) por la totalidad del capital de Talgo a un precio de cinco euros por título que valoran a la compañía en 619 millones de euros.
El 'holding' magiar se ha quedado sólo en la disputa por Talgo, al menos, hasta que la checa Skoda presente una 'contraopa'. Así lo ha advertido el consejo del grupo español en una misiva en la que declina la propuesta de fusión de la firma con sede en Pilsen al carecer de una oferta económica que garantice la financiación necesaria para seguir escalando su negocio.
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