Las telecos dan otra vuelta de tuerca al 'low cost' en el año del recorte laboral

Lowi (Vodafone) y Finetwork entran a competir con Digi mientras el resto sigue empujando a la baja en un segmento con bajos márgenes. Lo hacen en plena oleada de despidos colectivos. 
Sede de Digi en Madrid
Sede de Digi en Madrid
DIGI
Sede de Digi en Madrid

El 'low cost' sigue calentándose aún más en el año de una nueva oleada de recortes laborales en el sector. Las operadoras de telecomunicaciones siguen tirando más los precios en este segmento, con márgenes muy estrechos, con el objetivo de seguir la estela de Digi y competir con su oferta. La barrera de los 20 euros por un paquete convergente de fibra y móvil ya se ha pulverizado. El mercado espera que esta pugna se mantenga, aunque sigue existiendo el riesgo de ‘canibalización’ de los clientes desde las grandes marcas, más centradas en un producto de más alto valor.

Esa barrera de 20 euros la marcó la compañía rumana, que ya ejerce de cuarto operador después de la creación de Masorange con la fusión de Orange y Másmóvil. Rompió el mercado con una tarifa exclusivamente en las áreas donde contaba con fibra propia -con la que podía reducir más los márgenes al no tener que pagar el alquiler de red a Telefónica-. Antes de este movimiento, el nivel de los 30 euros parecía insalvable. Lo ha roto este mes de junio Finetwork, uno de los aspirantes más relevantes, que ha reducido su puerta de entrada ligeramente hasta los 19 euros. Anteriormente ya lo había hecho Vodafone con Lowi, también vinculándolo a zonas donde cuenta con infraestructura propia -aunque, eso sí, con una permanencia de 12 meses que cuadriplica a las otras-.

Los dos grandes grupos, Telefónica y Masorange, no han mostrado tanta agresividad entre sus segundas marcas y siguen resistiéndose a llegar a esos niveles. Siguen manteniendo sus propuestas más económicas más cerca de esos anteriores 30 euros. Pero la presión para tratar de acercarse sigue incrementándose. Pese a todo no han dejado de empujar a la baja sus propuestas: tanto en O2 por parte de la primera (en enero situó su paquete convergente más pequeño en esos 30 euros, lo que suponía 5 euros menos), como en otras de la ‘joint venture’.

La presión comercial se va a mantener. Desde hace varios años, una relevante mayoría de las altas netas se enmarcan en este segmento del bajo coste. Y Digi sigue ganando enteros y convirtiéndose en la gran pesadilla para sus rivales. Como muestra, un botón: desde enero, según los datos hechos públicos por la compañía rumana, ha alcanzado las 500.000 portabilidades netas positivas de telefonía fija y móvil, de las que 401.000 corresponden sólo a móvil. Esta es la cifra de ganancia de clientes con las pérdidas por la salida a otros operadores ya detraídas. Supone un crecimiento de más del 19%. El ritmo sigue siendo muy alto.

Todos los aspirantes tienen necesidad de seguir creciendo. Digi busca mantener el suyo ganando terreno en el mercado y sigue defendiendo que no hay planes de incrementar sus precios. Finetwork necesita ser agresivo también para ganar su espacio, al igual que otros operadores móviles virtuales (OMV) como Avatel. Los más pequeños buscan apretar el acelerador. Y en el caso de Vodafone, sus nuevos dueños, el fondo de inversión Zegona, ya ha señalado el camino de ser “más competitivo” dando mucho más protagonismo a Lowi -su segunda marca-.

Como telón de fondo está la dificultad para ajustar las cuentas. La conectividad de bajo coste tiene unos márgenes de beneficio muy estrechos. Y el alto endeudamiento de la mayoría de estos principales actores -incluido el caso de Digi- obliga a afinar. La fuerte subida de Digi, que sigue manteniendo tasas de crecimiento del 24% en los ingresos durante los primeros meses de este año, también ha tenido una contrapartida. Entre enero y noviembre de 2023, registró unas pérdidas netas contables de más de 18 millones. Másmóvil perdió 240 millones de euros en 2023 -antes de su fusión con Orange- ante unos mayores costes de la deuda y las amortizaciones vinculadas a Euskaltel. Vodafone también tuvo 'números rojos' el pasado ejercicio.

Varios miles de salidas

Esta ofensiva comercial se mantiene en el año en el que se resucitan los recortes laborales de un sector especialmente castigado. El último en poner sobre la mesa un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) ha sido Vodafone, que ha propuesto la salida de hasta 1.200 trabajadores -un 36% de la plantilla- ante la necesidad de ajustar costes para poder competir en este mercado más agresivo. Insiste en la necesidad de una estructura más aquilatada, habida cuenta de esa tendencia a un mayor protagonismo de los productos con precios más a la baja.

Pero no ha sido la única reducción. Avatel cerró a principios de este mes un acuerdo sindical para el despido de 674 empleados, lo que supone el 35% de su plantilla. Telefónica también pactó en Navidad la salida mediante otro ERE de 3.400 trabajadores de las tres principales filiales. Masorange ha abierto la puerta a un plan de salidas voluntarias y siempre desde el diálogo social y sindicatos como CCOO -mayoritario en el comité de empresa de Orange- han exigido un posicionamiento público de la dirección en relación a una garantía de empleo.

Primero fueron los 30 euros. Ahora han sido los 20 euros. Los ‘tabúes’ en un mercado del bajo coste que sigue sin mostrar un suelo siguen desapareciendo. Las operadoras de telecomunicaciones calientan la batalla comercial antes del verano de uno de los años más negros para el empleo en el sector.

Periodista económico nacido en tierras andaluzas (Jaén, 1983). Me incorporé al equipo de La Información a principios del año 2018 para cubrir el sector de las telecomunicaciones, las startups y las grandes empresas tecnológicas. Anteriormente, me ocupé de la misma área informativa en el diario 'El Español' desde su fundación. Durante los años previos colaboré en diversos medios como 'El Confidencial', 'Expansión' y las revistas 'Forbes' o 'Emprendedores'.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento