Tras superar los problemas de gobernanza

Unicaja y Liberbank peinan los últimos flecos para cerrar su fusión el martes

Las antiguas cajas andaluza y asturiana celebrarán un consejo de administración extraordinario esta misma semana en el que se prevé que se dé luz verde a la operación. 

Unicaja y Liberbank negocian los detalles d su fusión con el BCE
Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, y Manuel Menéndez, CEO de Liberbank.
Lainformación
Unicaja y Liberbank negocian los detalles d su fusión con el BCE

La fusión de Unicaja y Liberbank está más cerca. Las antiguas cajas andaluza y asturiana han superado los problemas surgidos hace poco más de una semana alrededor del gobierno corporativo y se encaminan ahora hacia el visto bueno de los consejos a la operación esta misma semana, confirman a La Información fuentes conocedoras. En este sentido, en la mañana de este lunes, Unicaja celebrará un primer consejo en el que se dará cuenta de los últimos flecos que quedan para cerrar la operación si bien no se espera que hasta este martes se produzca la luz verde definitiva por parte de los máximos órganos de ambas entidades. 

Cabe recordar que la fusión encalló hace poco más de una semana cuando, tras las recomendaciones del Banco Central Europeo (BCE), Manuel Azuaga, actual presidente de Unicaja y que también lo será del banco resultante, pidió a los equipos negociadores la potestad para nombrar un nuevo CEO tras su jubilación, un proceso que se prevé llevar a cabo en menos de dos años, cuando cumpla los 75, tal y como adelantó La Información. Esta solicitud rompió los esquemas de la parte asturiana, ya que suponía dejar a Manuel Menéndez, su CEO y futuro consejero delegado de la entidad combinada, a disposición del andaluz. 

La pelota quedaba así en el tejado de la asturiana que ha tratado de conseguir una solución mejor para su primer espada en los últimos días. Mientras que el actual presidente de Unicaja tiene 73 años y dejará el cargo a los 75, Menéndez tiene 61 años y aún no piensa en la jubilación, por lo que el plan propuesto por Azuaga no era una opción. Este escollo ha llevado las negociaciones al límite, pues su culminación debe hacerse antes de que finalice el año -y solo quedan tres días- si se quiere evitar volver a empezar el proceso de 'due diligence'. 

De esta forma, en el momento en que, según los puntos marcados por el regulador, Azuaga cumpla los 75 años, la presidencia perderá la condición de ejecutiva y se producirá la separación de poderes que actualmente exigen desde Fráncfort. Al mismo tiempo, y en una interpretación de la petición del andaluz, Menéndez pondrá a disposición del consejo de administración su cargo, si bien su salida no será obligatoria y podrá optar a la reelección. 

Este era el último punto importante que debían salvar las negociaciones, pues la ecuación de canje -el peso de cada entidad en el banco resultante- estaba casi cerrada desde hace semanas. En concreto, tras los análisis y la posterior negociación al respecto de este tema, se estableció un peso de  alrededor del 59,5% para Unicaja y un 40,5% para Liberbank, cifras que admitían una modificación de hasta 0,5 puntos básicos hacia el lado asturiano. 

Estos porcentajes permiten a la Fundación Unicaja -actual mayor accionista del banco del mismo nombre- mantenerse por encima del 30% del capital en la entidad resultante y mantener así los beneficios fiscales de grupo consolidado que le otorga la Ley de Cajas. Este punto fue crucial durante las negociaciones, pues fue la línea roja que llevó a aparcar la operación en la anterior intentona que se produjo en 2019.

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