El banco estadounidense Wells Fargo obtuvo un beneficio de 3.671 millones de dólares en el primer trimestre del año, un 21% menos a nivel interanual, en un contexto marcado por la inflación y la guerra en Ucrania, factores que señala como una amenaza para la economía. La compañía con sede en Nueva York logró entre enero y marzo una facturación acumulada de 17.592 millones de dólares, un 5% más baja que en el mismo tramo, de acuerdo a un comunicado.
Wells Fargo, que multiplicó por seis sus ganancias en el ejercicio anterior, aseguró que los datos reflejan una "recuperación económica que continúa" y el progreso en sus "prioridades estratégicas", pero avisó de que se le presentan riesgos a corto plazo. El consejero delegado, Charlie Scharf, se refirió en la nota al giro agresivo que está tomando la Reserva Federal de EEUU en su política monetaria para controlar la alta inflación y a la "guerra en Ucrania, que agrega riesgo adicional bajista".
El ejecutivo dijo que la firma "probablemente verá un incremento en las pérdidas crediticias", pero consideró que aun así el ente se beneficiará de la subida de los tipos de interés porque tiene una posición financiera "fuerte" y unos gastos bajos. Wells Fargo, que está sujeta a límites de crecimiento por el escándalo sobre sus prácticas de venta de 2016, continuará trabajando para mejorar su "infraestructura de riesgo y control" y espera "seguir cerrando brechas restantes en los próximos años", añadió.
La firma, igual que en el ejercicio anterior, anunció otra reducción en las reservas para pérdidas por impagos crediticios que contribuyó a sus beneficios, de 1.100 millones de dólares, y una recompra de acciones por valor de 6.000 millones. Wells Fargo publicó sus resultados antes de la apertura de la bolsa y sus acciones bajaban un 3,5% en las operaciones electrónicas previas, en una primera reacción negativa de los inversores, que esperaban mejores datos.
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