Quinto despido en una década

Los sindicatos se preparan para una 'batalla dura' ante el fuerte ajuste de Vodafone

El fondo británico aterriza con un recorte de máximos y plantea una estructura mínima ante la presión de la deuda y la necesidad de hacer rentable el negocio. El comité de empresa avisa: "Es una barbaridad".
José Miguel García, CEO de Vodafone en España
José Miguel García, CEO de Vodafone en España
ALBERTO CEREZO\ Vodafone
José Miguel García, CEO de Vodafone en España

Un 'ERE duro' que supone toda una declaración de intenciones sobre la estrategia futura. Zegona acaba de sacudir los cimientos del tercer operador de telecomunicaciones en España con una de las mayores redes móviles y fijas. El fondo británico apenas ha cumplido una quincena a los mandos del grupo y plantea un despido colectivo de máximos que pondrá a prueba la estructura corporativa y que ha hecho que las principales organizaciones sindicales se revuelvan. "Es una barbaridad; no va a ser fácil que haya un acuerdo", explican fuentes del comité de empresa. En total se parte de casi 1.200 despidos de tope, una cifra similar a la de 2019 pero con un equipo mucho más mermado lo que lo deja como el porcentaje de partida más elevado de los procedimientos ejecutados en el sector al menos en la última década.

El fondo no se había escondido. En el folleto de su ampliación de capital donde explicaba la operación de compra de Vodafone señaló el recorte de costes de personal -que representaban el 7% de los ingresos- como una de las claves. Colocaba a los sindicatos y el comité como uno de los riesgos que podían dificultar "reestructuraciones, reorganizaciones y acciones similares". Pero en ningún momento habló de un ERE de estas características, sino de un "programa de despidos selectivos" sin cifrarlo. Y tanto el tamaño como la rapidez con la que se ha puesto sobre la mesa ha sorprendido a los sindicatos, como explican fuentes del comité a La Información.

Tanto UGT como CCOO aseguran que la negociación que se pone sobre la mesa es de las duras. "Los dos últimos EREs no han servido para nada y es repetir el error otra vez", explican desde UGT. Desde CCOO insisten en que una propuesta de este calibre hace "muy difícil" que se pueda llegar a un acuerdo. Aún no se han propuesto las condiciones económicas, pero todo apunta a que -como ha sucedido en otras compañías del sector- no serán como las que se firmaron en el año 2021 (50 días por año trabajado y con prejubilaciones para mayores de 55 años). En el ERE de 2013, CCOO no firmó y acudió a la justicia ordinaria, aunque perdió los recursos ante la Audiencia Nacional.

Frente a ese ERE de 2021 en el que había un especial foco en el área comercial y las tiendas, en esta ocasión se espera que sea mucho más transversal. No tiene nada que ver con una potencial desinversión en la red fija -se está en negociaciones con Telefónica o Masorange para una potencial salida-. Fuentes sindicales confirman que el mantenimiento está prácticamente subcontratado y sólo queda una parte de supervisión pero que representa un porcentaje muy pequeño de la plantilla. Por tanto, los despidos estarán en todas las áreas.

Hay que tener en cuenta que, pese a la reducción del 1,6% de los ingresos durante el último año fiscal de la operadora que acabó en abril, Vodafone España genera casi 3.850 millones de euros. Esto lo consiguió con una plantilla media de unos 3.700 trabajadores (antes de la recolocación de más de 300 trabajadores al grupo). El objetivo es mantener esa cifra de negocio o incrementarla pero con en torno a un tercio menos de trabajadores -lo previsible es que esa cifra tope de 1.200 se reduzca durante la negociación con los sindicatos-. En el folleto, Zegona ponía de ejemplo continuamente a Euskaltel y su estructura de costes.

La empresa aún no ha facilitado la memoria económica que justifica el ERE, que se entregará cuando se haya constituido la mesa de negociación durante las dos próximas semanas. Pero desde los sindicatos ponen en duda que este recorte laboral no vaya a afectar al servicio. "La plantilla ya está muy ajustada después de todos los ERE", explican desde CCOO. Desde la compañía insistieron en la comunicación oficial que el procedimiento "no afectará ni a la calidad del servicio ni al soporte que se presta a los clientes" en España.

Desde que en 2019 iniciaran ese giro hacia el 'bajo coste', la plantilla no ha dejado de reducirse. En 2021 consolidaron una particular 'masmovilización'. Ahora plantean una estructura aún más 'de guerrilla' con un especial foco en su segunda marca, Lowi, cuyos márgenes obviamente son mucho más estrechos. En el arranque de 2023, cuando la plantilla estaba situada en los 4.000 trabajadores, había 85 ejecutivos, con 546 miembros de lo que se conoce como 'equipo directivo intermedio' y casi 3.400 en el resto de grupos y personal de soporte.

Según apunta la dirección, encabezada por José Miguel García (exCEO de Euskaltel y de Jazztel), buscan "efectuar un cambio organizativo y operativo" para una mayor agilidad. La realidad es que también pesa y mucho el importante endeudamiento. La operación de 5.000 millones de euros ha sido financiada en buena parte con crédito. Y esto supondrá un importante coste financiero. Esto obliga a elevar el resultado bruto (Ebitda) lo máximo posible. En los últimos años, Vodafone había acumulado pérdidas aunque en el último año, tras los ajustes ordenados desde Londres, habían dejado la cuenta de resultados prácticamente en 'números negros' en el resultado neto.

Esta es una primera prueba de fuego importante en la negociación colectiva. Hay que tener en cuenta que el convenio colectivo de Vodafone está prorrogado durante un año más hasta finales de este ejercicio. En la negociación del ERE de Telefónica, éste se vinculó a la constitución de un nuevo convenio para asegurar las condiciones de quienes se quedaban en las tres principales filiales. Pero este despido colectivo en Vodafone puede hacer difícil el acuerdo. La propia Zegona lo advertía en el folleto: admitían que cualquier reestructuración "puede tensar las relaciones con sus empleados y sus representantes".

Silencio del Gobierno

El Gobierno guarda silencio. Zegona no ha aguardado ni un mes para presentar el mayor ERE en cuanto a porcentaje de afección de los que se recuerdan en el sector de las telecomunicaciones. Y el ministro de Transformación Digital, José Luis Escrivá, volvió a sacar pecho de los compromisos que se le exigieron en cuanto al nivel de inversión y el mantenimiento del servicio en España preservando su "viabilidad económica". Pero en ningún momento se le exigieron medidas de garantías de empleo, algo que ha sido criticado duramente por UGT, sindicato mayoritario, este miércoles. Ya tuvieron oportunidad de trasladárselo a la secretaria de Estado de Telecomunicaciones, María González Veracruz, en un encuentro hace unos días.

Con este ERE, que tendrá que perfilarse en las semanas de negociación que arrancarán ya en la última parte de este mes de junio, se completa un primer semestre de año 2024 especialmente negro para el empleo en el sector de las telecomunicaciones. Al ERE de Telefónica, que acabó con 3.421 trabajadores afectados con salidas todas voluntarias, se suma al despido colectivo ejecutado por Avatel que se cerró con 674 empleados despedidos con unas condiciones de 33 días por año trabajado.

Jesús Martínez

Periodista económico nacido en tierras andaluzas (Jaén, 1983). Me incorporé al equipo de La Información a principios del año 2018 para cubrir el sector de las telecomunicaciones, las startups y las grandes empresas tecnológicas. Anteriormente, me ocupé de la misma área informativa en el diario 'El Español' desde su fundación. Durante los años previos colaboré en diversos medios como 'El Confidencial', 'Expansión' y las revistas 'Forbes' o 'Emprendedores'.

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