El Gobierno ha puesto en marcha una iniciativa que apunta a llevar a más jóvenes que se emancipen y abandonen las casas de sus padres: un bono joven del alquiler al que podrán acceder las personas de entre 18 y 35 años para poder pagar el alquiler de su alojamiento. Podrán recibirla durante 24 meses (dos años) y su cuantía será de hasta 250 euros si pagan el piso íntegro y de hasta 300 euros si pagan habitaciones individuales, aunque la ayuda podrá alcanzar hasta los 450 euros, dependiendo de la situación de los precios en cada comunidad autónoma.
Los interesados podrán pedir su inscripción en la Consejería de Vivienda de la autonomía en la que viven o realizar los trámites que correspondan en la página web para realizar los procedimientos en las plataformas digitales que ofrezcan estos servicios, para los que hará falta presentar el DNI, el contrato de alquiler, la declaración de renta y el contrato laboral.
Condiciones y requisitos
Además del rango de edad (entre 18 y 35 años), el interesado deberá aplicar para pagar el alquiler del sitio que considere su vivienda habitual. No podrá tener ingresos que superen los 2.026 euros mensuales en régimen de 12 pagas o 1.737 euros al mes en 14 pagas, y el máximo que tendrán que pagar en alquiler variará entre los 600 euros al mes en la mayoría de las CCAA y los 900 en algunas donde haya zonas tensionadas. Los interesados no podrán aplicar si son propietarios de alguna vivienda o si tienen relaciones familiares con los dueños del sitio en el que están pagando.
En todo caso, esta iniciativa contempla que este bono podrá concederse a personas que sean beneficiarias de otras ayudas con las que pueda compatibilizarse. Una de las que puede recibirse al mismo tiempo es el Ingreso Mínimo Vital, como se enmarca dentro de las políticas del Plan de Vivienda 2022-2025, pero las ayudas económicas que tengan origen en las comunidades autónomas o en las autoridades locales no podrán recibirse al mismo tiempo. Aunque algunas regiones han especificado la compatibilidad en sus requisitos.
Un detalle de suma importancia al recibir de forma simultánea el Ingreso Mínimo Vital y el bono joven de alquiler es que la suma de ambas ayudas no puede superar en ningún caso el límite máximo fijado en el 75% de la renta del alquiler. Por poner un ejemplo, una persona que se aloje en una vivienda en la que paga 800 euros mensuales recibir más de 600 euros de ambos subsidios.
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