Un historia centenaria

La bancarrota de Yellow pone en alerta al sector de la logística en Estados Unidos

Un camión de Yellow circula por una carretera de EEUU.
Un camión de Yellow circula por una carretera de EEUU.
Yellow vía L. I.
Un camión de Yellow circula por una carretera de EEUU.

Las alarmas se empiezan a encender en algunos sectores de Estados Unidos. El último caso más representativo es el de la quiebra de Yellow, una de las mayores empresas de transporte por carretera del país, que representa el dinamismo económico estadounidense en términos nacionales: desde el mercado inmobiliario hasta la industria financiera. Está repercutiendo en toda la economía, desde el transporte nacional y los mercados inmobiliarios hasta Wall Street.

Según informó la agencia Reuters, la compañía anunció la bancarrota y despidió a unos 30.000 trabajadores, cargando potencialmente a los contribuyentes estadounidenses con las pérdidas de un rescate gubernamental de la compañía con problemas desde hace mucho tiempo. Yellow anunció esta semana que se acogía al capítulo 11 de la ley de quiebras para intentar salir de la situación.

La empresa, de casi 100 años de antigüedad, que cesó sus operaciones el 30 de julio, ha sido un actor dominante en el segmento logístico de transporte con camiones. Representaba un negocio de 5.200 millones de dólares el año pasado, según publica Wall Street Journal, cuando movía unos 50.000 envíos al día en una red de transporte por carretera que la convertía en una parte fundamental de las cadenas de suministro de cientos de empresas norteamericanas.

Yellow dijo que espera llegar a un acuerdo con sus acreedores, pendiente de la aprobación del tribunal, que le permita pagar determinados salarios y prestaciones, así como algunas obligaciones con vendedores y proveedores. 

"Con profunda decepción, Yellow anuncia su cierre después de casi 100 años de actividad. Hoy en día no es habitual que alguien trabaje en una empresa durante 20, 30 o incluso 40 años. Durante generaciones, nuestra firma proporcionó a cientos de miles de estadounidenses empleos sólidos y bien remunerados y carreras profesionales satisfactorias”, lamentó Darren Hawkins, consejero delegado de la compañía. Un esquema que ha cambiado por completo después de la pandemia.

Una historia centenaria

La firma se fundó en 1924 con el nombre de Yellow Freight y era uno de los transportistas dominantes en un segmento del transporte por carretera conocido como “carga parcial” (LTL, por sus siglas en inglés). Junto con otros dos rivales sindicados en este espacio, Roadway y Consolidated Freight, Yellow formaba lo que se conocía como “los tres grandes”.

Pero con la desregulación del transporte por carretera en 1984, los Tres Grandes y otros transportistas LTL sindicados se enfrentaron a una mayor competencia de transportistas no sindicados. Consolidated, por ejemplo, quebró en 2002. Solo quedaban dos de la vieja guardia. Hasta ahora.

Aunque los transportistas LTL no sindicados empezaron con una ventaja de costes significativa, las repetidas concesiones del sindicato Teamsters ayudaron a cerrar gran parte de esa brecha. También lo hizo la escasez de conductores a escala nacional, que contribuyó a elevar los salarios de los transportistas no sindicados, informa la CNN.

Mientras buscaba una inyección de liquidez, que nunca llegó, luchaba contra la desaceleración del negocio, una deuda inasequible y una larga batalla con el sindicato Teamsters, que representaba a 22.000 de sus 30.000 empleados, incluidos sus conductores y la mayoría de sus trabajadores portuarios.

“La disfuncional y codiciosa dirección de Yellow no asumió la responsabilidad de dilapidar todo ese dinero. Siguen sin hacerlo”, afirmó el Presidente General de los Teamsters, Sean O'Brien. “Culpan descaradamente de su incompetencia empresarial a los trabajadores, pero no es así”, agregó al respecto de por qué la compañía ha llegado hasta este extremo.

La cadena estadounidense también asegura que esta solicitud se produce más de una semana después de que la empresa de transportes interrumpiera sus operaciones. El mes pasado advirtió en una demanda que corría el riesgo de quedarse sin el dinero necesario para seguir operando.

Situación financiera insostenible

Antes de la presentación del Chapter 11, o lo que se conoce en España como concurso de acreedores, Yellow tenía entre un 8% y un 10% de la cuota de mercado, según el análisis realizado por TD Cowen. Entre sus principales clientes figuraban grandes cadenas minoristas como Walmart y Home Depot o fabricantes como Uber Freight.

En su declaración, Yellow estimó unos activos totales de 2.150 millones de dólares y una deuda total de 2.590 millones de dólares. El ciclo alcista de los tipos de interés ha cortado el paso a muchas empresas que lograban seguir adelante refinanciando su deuda, pero ahora no pueden hacerlo porque cada vez pagan más por ella.

Según Reuters, los ejecutivos de Yellow afirmaron que tienen la intención de reembolsar completamente un préstamo de 700 millones de dólares que la administración del ex presidente Donald Trump emitió para rescatar a la firma en 2020 en plena pendemia.

Funcionarios del Gobierno, tal y como informan distintos medios estadounidenses, informaron a principios de este verano que las inversiones estadounidenses podrían sufrir pérdidas. En concreto, el Departamento del Tesoro disponía una participación de casi el 31% en la compañía tras aceptar 15,9 millones de acciones de la empresa como garantía adicional del préstamo, según informes de auditoría y los documentos presentados en el concurso de acreedores.

Menos competencia, rivales fortalecidos

La compañía tiene 1.300 millones de dólares en pagos de deuda que vencen en 2024, incluido un préstamo a plazo de capital privado de unos 500 millones de dólares en junio y el préstamo estadounidense de 700 millones de dólares en septiembre. Las acciones de Yellow se desplomaron un 40% después de conocerse la noticia.

Mientras, sus grandes rivales en el sector LTL parecen haber salido fortalecidos de esta situación. ABF Freight, Old Dominion Freight Line y TForce Freight, y operadores regionales más pequeños han experimentado un incremento de su volumen de negocio desde mediados de julio.

Mientras, otros grandes ganadores son los inversores en competidores de Yellow que cotizan en bolsa, como ArcBest, matriz de ABF Freight, Old Dominion Freight Line, Saia, XPO y TFI International. Las acciones de estas empresas se han disparado desde la primavera a pesar de la caída de la demanda de transporte de mercancías y el descenso de los beneficios. Como siempre pasa: unos ganan y otros pierden. Pero la señal de alarma ya está activada.

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