Según Carmignac

Cómo construir la cartera de inversión para la recuperación que está en camino

Estados Unidos, Europa y China no están en el mismo punto del ciclo económico y eso condiciona las decisiones a la hora de invertir en acciones o bonos por su exposición a distintos países. 

Cómo construir una cartera ante la recuperación.
Cómo construir una cartera ante la recuperación.
Pixabay
Cómo construir una cartera ante la recuperación.

Mientras el mundo sale de la pandemia paulatinamente y de forma asimétrica, los expertos hacen sus previsiones sobre lo que puede ocurrir a partir de ahora en las principales economías para así saber por qué activos centrarse para construir las carteras. Estados Unidos, Europa y China no están en el mismo punto del ciclo económico y eso condiciona absolutamente las decisiones a la hora de invertir.

En un evento organizado para medios de comunicación Raphaël Gallardo, economista jefe de Carmignac y Kevin Thozet, miembro del comité de inversiones de la misma casa, desarrollaron sus previsiones para lo que resta de ejercicio en términos macroeconómicos de cara a centrarse en cuáles son las conclusiones para construir una estrategia de inversión óptima.

Uno de los análisis clave es observar el impacto real de la pandemia en la oferta y la demanda. Gallardo explica que, por un lado, la demanda está movilizada ahora por los estímulos fiscales, las inversiones en digitalización, desglobalización y descarbonización, además por el consumo de los hogares en electrónica. “Mientras, la oferta está fomentada por las inversiones públicas en infraestructuras y por la transformación digital”, apunta.

“Por el contrario, la caída de la inmigración, la subida de impuestos, o la regulación son fuerzas que presionan sobre la oferta; igual que los servicios locales ejercen presión sobre a la baja de la demanda, aunque en el corto plazo”, resalta Gallardo.

Esto se une al incremento del ahorro de los hogares, que no ha tenido tanta correlación entre Estados Unidos y Europa. “En el país norteamericano está en el 12,6% del PIB y en la zona Euro en el 5,5% del PIB, lo cual responde a la diferencia entre las políticas fiscales de las dos regiones”, señala el experto.

Por tanto, esta desincronización influye en la recuperación global y en cómo será la salida. “La Eurozona tendrá un diferencial del 2% sobre los niveles de PIB previos a la pandemia en el 2022, mientras que Estados Unidos superará esos niveles previos”, afirma Gallardo.

De ahí a que las conclusiones macro sean que Europa y Japón, tendrán una brecha de producción aún negativa en el próximo año con un sobrecalentamiento en Estados Unidos. “La reasignación de la demanda posterior a la pandemia y el impulso fiscal hacen frente a la disminución del potencial de la oferta”, concreta.

Al otro lado del Atlántico el rebasamiento de la inflación del 2021 debería resultar más persistente debido al rápido ajuste en los mercados laboral y de alquiler. Al mismo tiempo, las políticas chinas y estadounidenses podrían estar marcando el fin de la tregua en la guerra comercial.

Previsiones para la renta variable y renta fija

¿Qué esperar para las bolsas con este telón de fondo? Según Gallardo, el valor se puede encontrar en los mercados, pero hay que tener mucha prudencia. “Es aconsejable tener una cartera bien diversificada para esta recuperación desincronizada”, indica.

“El crecimiento secular sigue siendo la temática principal dentro de la cartera y hay que tener en cuenta que estamos ante un contexto económico favorable para los cíclicos, pero no lo suficientemente bueno para los sectores value”, anticipa.

Pero eso sí, el experto matiza que se ha de tener cuidado con el posicionamiento actual y la desaceleración del crecimiento a partir de 2022. “Para ello, hay que tener en cuenta las expectativas sobre el crecimiento de los beneficios de las compañías cotizadas y monitorearlo de cerca para adoptar estrategias con respecto a la renta variable”, asegura Thozet.

“En este punto las materias primas y los valores que se favorecen del ciclo avanzado son los que se encuentran mejor colocados y, mientras, en China, que va hacia una disminución del ritmo del crecimiento, resulta interesante la liquidez y los valores que permitan ser defensivos ante un crecimiento cada vez menor”, ahonda Thozet.

Para la renta fija el esquema también ha variado. El impulso económico favorece a las acciones sobre los bonos. En opinión de Thozet, la desincronización regional permite una mayor diversificación con respecto a estos activos. “La incertidumbre hace trabajar a los gestores activos”, sostiene.

Thozet describe cómo la recuperación global insufle presión sobre los tipos de interés. “Se ha producido un cambio en el esquema de los bonos y vamos hacia una gestión en la duración que se ha visto modificada: el riesgo de la subida en los tipos también representa una oportunidad dentro de este segmento”, apunta el miembro del comité de inversiones de Carmignac.

Thozet concreta que es aconsejable en estos momentos gestionar activamente la exposición y aprovechar oportunidades específicas en los mercados crediticios. En este sentido, los temas principales en los que hay que centrarse en este espacio serían los relacionados con el turismo, los mercados emergentes, los CLO y las materias primas.

Otras áreas son la deuda externa de Panamá o México ante la reapertura de las economías, o los bonos de Rumanía e Irlanda por la expansión del ciclo”, cuenta. “También vemos atractivas las valoraciones de la deuda local china y brasileña”, concluye el experto.

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