Salud crediticia

El consumo 'subprime' en EEUU puede abrir una crisis incipiente para los mercados

Un informe de Goldman Sachs considera que el consumo sigue sólido, pero el aumento de las vías de financiación de mayor riesgo está comenzando a deterior el perfil crediticio de millones de consumidores.
El consumo subprime en EEUU puede abrir una bomba incierta para los mercados
El consumo subprime en EEUU puede abrir una bomba incierta para los mercados
Nerea de Bilbao
El consumo subprime en EEUU puede abrir una bomba incierta para los mercados

La palabra 'subprime', que parecía olvidada, vuelve a resonar en Estados Unidos. En el contexto económico actual, el segmento de consumidores que recurre a préstamos de más baja calidad se enfrenta una serie de desafíos significativos. El clima está cambiando de nuevo y las señales de alerta se encienden para los mercados. ¿Qué está por venir?

Según los expertos de Goldman Sachs, “los consumidores 'subprime', definidos generalmente como aquellos con puntuaciones de crédito por debajo de 660 y que frecuentemente pertenecen a los cuartiles de ingresos más bajos, están mostrando signos de estrés financiero en el entorno macroeconómico actual”. 

Este grupo representa aproximadamente el 30% de la población estadounidense, con un total de 17,7 billones de dólares. El informe de Goldman Sachs, titulado "El estado del consumidor subprime: navegando el entorno incierto del crédito y el comercio minorista", pinta un panorama mixto de la salud crediticia de los hogares estadounidenses. 

A nivel general, los pagos de servicio de la deuda como porcentaje del ingreso disponible y el apalancamiento como porcentaje del PIB nominal están por debajo de los promedios históricos.  Sin embargo, esto se equilibra con tasas de ahorro personal cercanas a mínimos históricos, un crecimiento salarial desacelerado y una confianza del consumidor deprimida y en declive entre los grupos de ingresos más bajos.

A pesar de la reciente desaceleración, el gasto del consumidor sigue siendo sólido, pero se espera que el crecimiento del gasto sea más moderado entre los hogares subprime debido a un panorama de ingresos más débil, un deterioro de los balances a niveles esencialmente pre-Covid y una moderación de las originaciones de crédito al consumo, ya que los bancos han endurecido sus estándares de préstamo.

Los últimos datos ponen de relieve que la morosidad no está en niveles preocupantes dentro del segmento subprime, aunque sí es un aviso a navegantes. La media desde el 2009 para las tarjetas de crédito se encuentra en el 2,43%, mientras que ahora ha escalado hasta el 3,06%. 

En el caso de préstamos para la adquisición de un coche, el promedio desde ese mismo año se ubica en el 0,94% y ahora ronda el 1,36%. La tendencia es clara, pero todavía habría cierto margen.

Repercusión en los mercados

El impacto del consumo subprime no se limita únicamente al bienestar de los consumidores. También tiene implicaciones directas en los mercados. Los niveles de morosidad en préstamos no hipotecarios han aumentado por encima de los niveles anteriores a la pandemia y las medias de largo plazo, ya que los que tienen estos créditos de baja calidad encuentran cada vez más difícil cumplir con sus obligaciones crediticias en un tiempo de inflación elevada y costes de endeudamiento.

Para la entidad financiera, esto representa un riesgo significativo para la estabilidad económica y el mercado crediticio. La calidad del crédito en el segmento subprime se ha deteriorado, con un aumento en las tasas de morosidad y una reducción en las concesiones de crédito.

Goldman Sachs proyecta que las concesiones de crédito para los consumidores subprime continuarán siendo moderadas debido a los estándares de préstamo más estrictos. 

Según el informe, "las concesiones para préstamos personales y de compras de vehículos en Estados Unidos han mostrado cambios anuales negativos significativos, y un porcentaje significativo de los bancos ha endurecido sus estándares de préstamo en los últimos trimestres".

A pesar de estos desafíos, la firma estadounidense identifica oportunidades en sectores específicos. Por ejemplo, recomienda comprar acciones de FICO, dada su capacidad de fijación de precios en scores que puede compensar una desaceleración en las concesiones de crédito y por la transformación idiosincrática de su plataforma de software.

Además, ve potencial de revalorización en empresas como Dollar General, O'Reilly Automotive y Walmart, debido a su capacidad para “atraer a consumidores en busca de opciones más económicas y catalizadores importantes que permiten ganar cuota de mercado”.

Pero el endurecimiento de los estándares de crédito y la reducción en las concisiones de préstamos subprime también tienen efectos en los mercados bursátiles. Los bancos y otras instituciones financieras con una alta exposición a préstamos subprime pueden ver una mayor volatilidad en sus acciones debido a un aumento en las tasas de morosidad y un deterioro en la calidad del crédito. “Esto puede resultar en una menor confianza de los inversores y en una presión a la baja sobre los precios de las acciones”, comenta la firma bancaria.

Por su parte, el sector minorista también se vería afectado por la disminución en el gasto de los consumidores subprime. Las empresas que dependen en gran medida de este segmento de consumidores pueden experimentar una disminución en las ventas y, por lo tanto, en sus ingresos. 

Según el informe, “los comentarios de las compañías minoristas tras presentar sus resultados del primer trimestre también muestran una tendencia de que el gasto del consumidor está suavizándose”. Esto sugiere que firmas del sector pueden necesitar ajustar sus estrategias para atraer a consumidores más conscientes de los precios.

El sector del automóvil es otra área donde el impacto del consumo subprime es evidente. Las concesiones de préstamos para automóviles han disminuido, lo que puede llevar a una reducción en las ventas de coches nuevos. Además, el incremento en las tasas de morosidad de los préstamos automotrices puede resultar en mayores pérdidas para las instituciones financieras que ofrecen estos créditos.

El panorama futuro para el consumo subprime en Estados Unidos es incierto. Si bien algunos indicadores sugieren una posible estabilización, otros factores, como la inflación persistente y las tasas de interés elevadas, continúan representando riesgos significativos.

Según Goldman Sachs, "las tasas de morosidad han aumentado de manera significativa, especialmente entre los consumidores subprime, y esta tendencia podría continuar si la inflación sigue siendo elevada y las tasas de interés se mantienen altas".

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