Las acciones de Universal Music Group (UMG) se desplomaron en la Bolsa de Ámsterdam, un 23% este jueves, hasta 21,7 euros, aunque han llegaron a caer por la mañana un 30%, en su mayor descenso desde su salida a bolsa en 2021. La pérdida de capitalización en una sola sesión supera los 8.000 millones de euros. El sello discográfico de estrellas internacionales como Taylor Swift, Adele, Rosalía, U2 o Coldplay ha provocado la espantada de los inversores después de que su crecimiento en ingresos por suscripción y streaming decepcionara a los inversores.
La discográfica más grande del mundo, propiedad en un 24% de Vivendi y el magnate galo Vincent Bolloré, ha informado que los ingresos por suscripción en música grabada crecieron un 6,9% en el segundo trimestre sin tener en cuenta el efecto divisa. La cifra se quedó por debajo de las estimaciones promedio de un crecimiento del 11% en una encuesta de analistas realizada por Bloomberg.
La desaceleración en el crecimiento de los ingresos por publicidad en Spotify y YouTube fue la causa principal de las ventas más débiles, aunque UMG también está encontrando obstáculos con las empresas de redes sociales que se han convertido en una parte clave de la distribución de su música, según avanzó el director financiero de UMG, Boyd Muir.
Meta Platforms, propietaria de Whatsapp e Instagram, dejó de licenciar videos musicales premium de UMG para Facebook en mayo después de descubrir que eran menos populares que otros productos musicales. La disputa de la empresa con la aplicación china TikTok también llevó a un mes de pérdida de ingresos de esa plataforma en el trimestre.
Aunque la volatilidad de los ingresos puede ser temporal, "esperamos que la decepción pese sobre el sentimiento a corto plazo", señaló el analista de Citi, Thomas Singlehurst, en una nota a los clientes. Entre los mayores inversores de Universal Music se encuentra el multimillonario gestor de fondos de cobertura Bill Ackman, quien posee una participación del 10,3% a través de sus diversos fondos Pershing Square.
Los accionistas de la empresa, la compañía de medios francesa Vivendi SE y Bollore SE, también se vieron afectados por los resultados de Universal Music, cayendo ambos más del 9% en sus mínimos el jueves. Universal, escindida de Vivendi, salió a cotizar en bolsa en Ámsterdam en septiembre de 2021.
Universal Music ha estado presionando para que las plataformas compensen justamente a los artistas y ha abogado por un nuevo modelo de regalías de streaming. La compañía comenzó a retirar su música de TikTok, propiedad de ByteDance, en febrero después de que fracasaran las conversaciones para extender un acuerdo de licencia.
En mayo, Universal llegó a un acuerdo con TikTok que incluía una mejora pago para compositores y artistas, nuevos acuerdos promocionales y protecciones contra la música generada por IA.
Swift, quien ha estado en la lucrativa gira Eras, continuó impulsando los ingresos, ya que los ingresos por mercancía aumentaron un 44% en el trimestre. Los superventas del trimestre incluyeron lanzamientos de Swift, Billie Eilish, Seventeen, Morgan Wallen y el grupo Ae!, según UMG
Los ingresos totales de la empresa aumentaron por duodécimo trimestre consecutivo desde que cotizan en bolsa, hasta los 2.930 millones de euros de abril a junio, superando las estimaciones, pero esto no ayudó al sentimiento agriado por las preocupaciones sobre su crecimiento. A principios de este año, inició una reorganización para generar 250 millones en ahorros anuales para 2026, incluyendo recortes de empleos.
Para la primera mitad de 2024, los ingresos de la compañía ascendieron a 5.526 millones de euros, un incremento del 7,3% en comparación con el primer semestre de 2023. El beneficio neto atribuible a los accionistas se situó en 914 millones de euros, frente a los 625 millones del año anterior, lo que se traduce en un beneficio por acción de 0,50 euros.
A pesar de estos resultados positivos, Universal-UMG se enfrenta a varios desafíos, como un aumento en los costes relacionados con los artistas y la producción. Además, el flujo de caja libre se vio afectado negativamente debido a mayores inversiones en adquisiciones de catálogos y pagos de anticipos por licencias, royalties o regalías.
En concreto, el gasto de adquisición de ventas, que consiste en los costes de los artistas y de los productos, aumentó en 302 millones de euros, hasta los 3.113 millones de euros en el primer semestre de 2024, según su informe financiero. Cerca de la mitad, alrededor del 46% de sus ingresos, se lo llevaron los artistas en nómina.
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