Cotizó en negativo en 2020

El crudo cumple dos años de su 'crash' cerca de máximos y temor a la escasez

El cierre del mayor campo de petróleo de Libia se suma a las preocupaciones sobre el suministro tras las sanciones contra Rusia y el desajuste entre la oferta y la demanda derivadas de la pandemia. 

Petróleo en España
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L.I.
Petróleo en España

El 20 de abril de 2020 el precio del barril West Texas Intermediate (WTI), la referencia de petróleo en EEUU, registró precios negativos por primera vez en su historia, mientras que al día siguiente el barril de Brent, la referencia europea, también se desplomaba a su mínimo histórico. Justo dos años después, el precio del crudo, aunque se modera desde sus máximos de 2008 (en torno a 140 dólares), se mantiene próximo a los 100 dólares. En apenas 24 meses el escenario es totalmente diferente. Frente a la falta de demanda tras el estallido de la pandemia, el mercado se enfrenta ahora a una escasez de oferta por la reapertura, que se ha agravado por las sanciones contra Rusia que buscan reducir la dependencia energética del país. 

La pandemia de coronavirus provocó un colapso inédito en el mercado del petróleo que llevó al precio de los contratos WTI de entrega en mayo por debajo de los 0 dólares. Los operadores buscaban deshacerse de ellos, incluso pagando, ante una abundante producción que no tenía salida por la escasa actividad. ¿Por qué? El objetivo era quitarse, al menos, los costes de almacenaje. Como resultado, el WTI cerró sesión en -37 dólares tras un desplome histórico, según la estadística de la Agencia de la Energía de EEUU (EIA, por sus siglas en inglés). En el caso de los contratos de barril de Brent se llegaron a intercambiar por menos de 10 dólares tras caer en un día casi un 50%; hoy cotizan un 1.000% por encima de aquellos niveles.

La volatilidad sigue muy presente en el mercado. Ahora, sin embargo, el desajuste entre la oferta y la demanda se produce por el lado de la primera, después de que los mayores productores no hayan recuperado su nivel previo a la pandemia. El precio se comenzó a recuperar a medida que las economías retomaban su actividad, pero el alza de la demanda no fue acorde a un repunte de la oferta y terminó por tensionar el mercado, afectado también por los problemas en las cadenas de suministros. El coste de los barriles de petróleo se terminó por disparar ante el temor a la escasez del suministro de crudo por las sanciones a Rusia. Así, tanto el Brent como el WTI marcaron precios máximos desde 2008 a principios de marzo tras superar los 130 y 120 dólares, respectivamente.

Respecto a esos máximos, el precio actual ha caído cerca de un 20%, este martes ya caía cerca de un 5%. Sin embargo, sigue por encima del nivel de los 100 dólares, una barrera que antes no se había superado desde 2014. Ni siquiera la mayor liberación de reservas de petróleo por parte de EEUU desde 1970 han logrado, como pretendía el presidente Joe Biden, un desplome mayor. El país norteamericano anunció la salida récord de crudo para contener los precios, a lo que se sumaron los países miembros de la Agencia Internacional de la Energía (IEA, por sus siglas en inglés). El anuncio tuvo un impacto inmediato que ya se ha diluido. 

La decisión es insuficiente y sigue pesando el miedo a la falta de suministro. Más aún, ante la insistencia de algunos países europeos a cortar todos los lazos, incluidos energéticos con Rusia. Este martes, el ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, insistió en que lo que más daño económico puede causar a Rusia en la invasión de Ucrania es el embargo a su petróleo y espera convencer a otros países de la Unión Europea (UE), que todavía son reticentes a aplicar esa medida en la próxima batería de sanciones.

La presión sobre la UE para que tome esta decisión es cada vez mayor, pero algunos países son reacios por la dificultad de encontrar nuevos socios a quien comprar petróleo cuando la OPEP todavía no logra cumplir con sus aumentos de capacidad de producción previstos. De hecho, en este contexto volátil por la situación geopolítica, el corte de suministro de un productor como Libia, que pertenece a la OPEP, sacude el mercado. La Compañía Nacional de Petróleo libia (NOC) anunció la interrupción de la producción en el campo petrolero de Al Sharara, el mayor del país, debido a la crisis política que vive el país. Según explicó NOC, un grupo de personas entraron en sus instalaciones impidiendo la entrada a los trabajadores en protesta para que el primer ministro del gobierno renuncie. 

Los analistas de ING destacan que "el único factor que continúa frenando el mercado es la situación de Covid en China y el impacto que esto está teniendo en la demanda". La posible desaceleración económica y, como consecuencia, el efecto sobre el consumo, dio un respiro este miércoles al precio del petróleo. No obstante, la demanda de China, el mayor importador de petróleo del mundo, podría recuperarse en breves a medida que el país reabre tras los confinamientos impuestos en las últimas semanas. 

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