Cellnex está realizando la mayor ampliación de capital en efectivo de una empresa no financiera de la historia del mercado español. La quinta mayor si se incluye a los bancos. El próximo 27 de abril comenzarán a cotizar las 193 millones de acciones emitidas en este operación con la que recaudará 7.000 millones de euros. Ante este aluvión de acciones, equivalentes a cerca de un tercio del capital actual de la empresa, los grandes 'hedge funds' de Nueva York, Londres y París han puesto sus ojos en la acción con la intención de arbitrar y sacar un margen en los vaivenes de la cotización en bolsa.
Fondos del banco francés BNP Paribas (0,61%) y el ‘hedge fund’ D.E. Shaw (0,47%) se han unido a Citadel (0,59%) y AQR (0,92%) con posiciones bajistas sobre la compañía de Barcelona. El volumen de cortos de estos cuatro grandes inversores suma un 2,6% del capital, equivalente a 17 millones de acciones si se tiene en cuenta la cifra proforma de nuevos títulos de Cellnex tras la emisión. La posición bajista conjunta de estos cuatro fondos está valorada en unos 750 millones de euros.
La colocación de nuevas acciones cuenta con la participación de hasta 22 entidades financieras a las que Cellnex pagará 121 millones de euros por sus servicios. Paradójicamente, entre ellas se encuentra BNP Paribas, que ahora ha declarado un corto de 170 millones de euros equivalente al 0,61% del capital. El grupo francés se revela de este modo como colocador y bajista en la operación, todo ello comunicado a la CNMV. Junto a los galos, JPMorgan, Barclays y Goldman Sachs completan el cuarteto de coordinadores globales, aseguradores y directores de la ampliación. Además participan como vendedores de acciones a sus respectivas redes de clientes una larga lista de bancos formada por Santander, Caixabank, Deutsche Bank, Morgan Stanley, Mediobanca, Société Générale, BBVA, Banco Sabadell, Crédit Agricole, Intesa Sanpaolo, Mizuho, MUFG, SMBC, Unicredit, RBC, Natixis e ING.
Los derechos se desploman
Por cada acción en circulación, los accionistas han recibido un derecho de suscripción preferente de la ampliación. La proporción de canje hace necesarios 48 derechos para comprar 19 acciones nuevas a un precio de 36,6 euros cada una. La cotización de los derechos se ha desplomado hasta un 32% desde que comenzaron a cotizar el pasado 1 de abril. La avalancha de ventas de los accionistas que han decidido desprenderse a mercado de su derecho ha llevado el precio de este instrumento de 3,2 a 2,17 euros. A su vez, la acción de Cellnex también ha sufrido un fuerte castigo en bolsa y ha caído a 42 euros, un 5% menos desde que arrancó la ampliación de capital.
Pese al titubeante inicio de la ampliación de capital, la operación está asegurada al 100% por los bancos colocadores y, además, cuenta con el respaldo irrevocable del 32% del capital de Cellnex, después de las adhesiones que han suscrito fondos como GIC, el nuevo mayor accionista de la empresa por delante de los Benetton, Abu Dhabi o el canadiense CPPIB, entre otros. El historial de éxito de las otras tres ampliaciones realizadas en los dos últimos años ha sido clave para que los socios de referencia de la compañía vuelvan a apostar dinero fresco por la nueva inyección de fondos. Hasta la fecha, los inversores que han acudido a estas ofertas de Cellnex han cosechado cuantiosas plusvalías. En febrero de 2019, el grupo emitió acciones a 17,88 euros por acción. En octubre de ese año lo hizo a 28,85 euros y ya en agosto de 2020 a 39,45 euros. Ahora lo hace a 36,6 euros frente a la cotización de 44 euros previa al inicio de la colocación de los nuevos títulos.
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