Rebrote de las infecciones por Covid-19

El esperado repunte de la volatilidad cambia las estrategias de inversión

El repunte de la volatilidad en Wall Street cambia la estrategia de inversión
El repunte de la volatilidad en Wall Street cambia la estrategia de inversión.
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El repunte de la volatilidad en Wall Street cambia la estrategia de inversión

2020 ha sido un año marcado por la volatilidad económica de los mercados financieros, aunque su acto final comenzará a proporcionar una resolución esperada. El anuncio de la vacuna Covid-19, la posibilidad de un estímulo fiscal adicional y los resultados de las elecciones en Estados Unidos son los acontecimientos clave que facilitarán una convergencia de las expectativas en cuanto al calendario y la fuerza relativa del crecimiento económico del país norteamericano y del mundo.

Parece que los mercados y Wall Street en particular empiezan a descontar una nueva escalada de volatilidad que puede azotar a los principales índices bursátiles antes de que concluya el ejercicio. “La volatilidad del Nasdaq podría exacerbar el endurecimiento de las condiciones financieras y pesar en el crecimiento económico”, afirma Axel Botte, estratega de la gestora Ostrum AM. Así, el incremento del índice VIX y la subida del yen resaltan el incremento de la aversión al riesgo que está teniendo lugar en el mercado.

Al entrar en el cuarto trimestre de un año literalmente increíble, parece que el mundo está esperando que suceda lo próximo. En lo que va de año, los inversores ya han lidiado con el mercado bajista más rápido de la historia, la recuperación más rápida, y el boom tecnológico, pero el siguiente paso podría provocar algún susto más.

Al escuchar a los participantes del mercado y observar el mercado del Índice de Volatilidad CBOE (VIX), en particular, parecería que el escenario que se avecina es uno de mayor volatilidad. “Esto no sería muy sorprendente teniendo en cuenta el rebrote de las infecciones por Covid-19 y las elecciones estadounidenses en el horizonte”, señala Pierre Debru, director de análisis en WisdomTree.

Por lo pronto, la curva de los futuros sobre VIX está descontando para octubre un aumento de la volatilidad. Además, los datos de las opciones revelan que la apuesta a que el medidor de la volatilidad subirá por encima de 27 en enero, pero permanecerá por debajo de 40. Eso sería una subida considerable del VIX frente a su nivel actual de alrededor de 26. Las curvas parece que ya están por venir.

En opinión del equipo de multi-activos de M&G, cabe esperar que los activos que resultan más difíciles de valorar presenten unos niveles de volatilidad elevados, tal y como sin lugar a dudas sucede en importantes segmentos de la esfera tecnológica.

Cómo se descuenta en el plano de la inversión

A más corto plazo, hay expertos que consideran que con los planes de estímulo de los bancos centrales y la mejora de las perspectivas económicas (tasas de impago inferiores a las previstas, temporada de resultados mejor que de lo previsto, crecimiento de Estados revisado al alza), hacen que los activos de riesgo seguirán siendo particularmente atractivos para los inversores.

“Esto puede ser para aquellos que buscan rendimiento en un contexto de tipos de interés persistentemente bajos, aunque ciertos episodios de volatilidad tendrán que ser gestionados antes de que finalice el año”, asegura Jean Luc Hivert, jefe de inversiones de La Française AM.

Entre las estrategias de renta variable, la de calidad sobresale gracias a su perfil de rendimiento equilibrado, al proteger a las carteras cuando el riesgo aumenta y beneficiarse en el período de normalización que se da a continuación. “Generalmente, la diversificación en activos como el Oro y los bonos de Larga Duración, proporciona una amortiguación muy agradable antes, durante y después del incremento de la volatilidad”, argumenta Debru.

Por su parte, el experto de Ostum AM dice que en estas condiciones, con una volatilidad que se prevé que aumentará al calor de los próximos acontecimientos, es preferible tener exposición a renta fija: “Mantenemos nuestra apuesta por larga duración en bonos como los Gilts, el Bund o los Treasuries”.

Para poder abordar periodos de volatilidad alta y diversificar, Sebastien Galy, responsable de estrategia macroeconómica en Nordea AM, sugiere también estructurar soluciones flexibles que puedan asignar capital entre activos con distintas primas de riesgo. “Algunos bonos del Tesoro estadounidense con duraciones largas y acciones de empresas de infraestructuras”, comenta.

“Asumir estas cotas de volatilidad puede constituir una fructífera fuente de rentabilidades provechosa, pero debemos garantizar que analizamos nuestras propias convicciones: es igual de posible tener un sesgo que nos lleve a afirmar que estamos ante una burbuja que vernos atrapados en una de ellas”, concluyen desde M&G.

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