El coche eléctrico es uno de los sectores que más atención acaparan en Wall Street para muchos inversores. El mejor ejemplo es Tesla, que ha marcado máximos históricos hace pocos días y que se ha disparado hasta multiplicar por más de seis veces (+515%) su precio en los últimos doce meses... y ya capitaliza más de 277.000 millones de dólares. De ahí que muchos alerten de una burbuja que está a punto de estallar en la compañía fundada por Elon Musk.
Estas voces que alertan de la burbuja en Tesla son las que fundamentan su opinión en el 'pinchazo' de otra compañía del sector como ha sido Nikola, que hasta hace poco suscitó furor entre los inversores de Estados Unidos. El fabricante de la famosa pick up de hidrógeno, que busca plantar cara a la famosa Ford F-150, ha protagonizado dos caras durante este curso puesto que se ha disparado con fuerza durante el último año y sube alrededor de un 185%. Es decir, multiplica por casi tres veces su precio en 12 meses pese a que ha sufrido un descalabro del 50% en el último mes.
Si Tesla es la cara y Nikola la cruz, los inversores que apuestan por el coche eléctrico han encontrado otro argumento más a favor como es el salto de Li Auto a Wall Street. La compañía es el segundo mayor fabricante de coches en su país tras vender alrededor de 2.600 automóviles en solo un mes de su SUV de gran tamaño, el Li Xiang One. Este vehículo eléctrico guarda grandes similitudes con algunos modelos de un fabricante del sector pero de vehículos a combustión como es Land Rover.
La empresa, pese a ser China y estar mirada con lupa por los inversores debido a la 'guerra comercial' que libra Trump con el país asiático, saltó al mercado el pasado jueves y lo hizo a un precio de 11,5 dólares. Lo hizo bastante por encima del rango que se barajó y que estaba situado entre los 8 y 10 dólares. De hecho, su desembarco fue muy positivo ya que se estrenó con un subidón del 43,13% en un solo día y alcanzó los 16,46 dólares por acción, comportándose prácticamente plana este viernes. Por tanto, su capitalización de mercado ha sobrepasado los 13.750 millones de dólares.
Este furor de los inversores por el coche eléctrico y la buena salida a bolsa de Li Auto puede animar a que otras compañías del sector pisen su acelerador para debutar en Wall Street. En este escenario estarían compañías como la estadounidense Fisker, que cuenta con el modelo 'Fisker Karma', uno de los primeros híbridos eléctricos enchufables, o la china WM Motor Technology que bajo la marca Weltmeister comercializa vehículos que guardan ciertas similitudes con los fabricados por Tesla.
El escenario es proclive para las compañías centradas en vehículos eléctricos y aquellas convencionales que gozan de ciertos modelos en dicha área una vez que la mayoría de políticos de todo el mundo aspiran a una mayor protección del medio ambiente. Recientemente, el plan de recuperación (verde) de la Unión Europea estimulará dichas compras y provocará un aumento de las ventas de este tipo de automóviles.
El mejor ejemplo de este boom han sido los resultados de Tesla del primer semestre pese a que solo entregó 90.891 vehículos en el segundo trimestre, un 5% menos que hace un año. Las entregas de Model 3 y Model Y fueron 80.277 vehículos, un 3% más que en 2019, pero las de Model S y Model X cayeron un 40% a 10.614 unidades. No obstante, el fabricante registró un beneficio neto de 104 millones de dólares (120,87 millones de euros) entre abril y junio y despidió así el primer semestre del año con unas ganancias de 120 millones de dólares. Además, anunció que construirá su nueva Gigafactoria, para la producción de baterías y vehículos, en Texas, claro síntoma de que su negocio va a más.
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