Reunión en junio 

El G-7 apoyará una tasa mínima global a la empresa pero fricciona en su cuantía

macron y merkel
macron y merkel
Europa Press
macron y merkel

El G-7, el grupo que reúne a los siete países más desarrollados del mundo (Estados Unidos, Japón, Gran Bretaña, Alemania, Francia, Italia y Canadá) está comprometido a apoyar los esfuerzos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para fijar un nivel mínimo global de impuestos corporativos que asegure que las grandes multinacionales pagan su parte justa de impuestos. El objetivo está claro y parece existir consenso al respecto si bien, a medida que se acerca la cumbre, las fricciones en torno a la cuantía de ese tipo mínimo sobre Sociedades global se han hecho cada vez más evidentes. 

Las principales economías pretenden disuadir a las multinacionales de trasladar los beneficios -y los ingresos fiscales- a los países con impuestos bajos, independientemente de dónde se realicen sus ventas. La semana pasada, el presidente de Estados Unidos, Joe Bidenredujo sus ambiciones sobre ese tipo mínimo global a las grandes corporaciones desde el 21% hasta el 15%. Además, se mostró partidario de permitir que una parte de los beneficios mundiales de las mayores empresas del planeta se graven en función de la localización de las ventas. Es una de las exigencias que han estado poniendo sobre la mesa Francia y Reino Unido. A pesar de estos avances, los países con un impuesto de sociedades más bajo que la media (como por ejemplo Irlanda) siguen oponiéndose al acuerdo.

Pero la importancia de este pacto va mucho más allá, puesto que con él podrían moderarse las tensiones comerciales entre EEUU y la Unión Europea, dado que el acuerdo fiscal internacional promovido por la OCDE -y patrocinado por Washington- podría servir para rebajar las tensiones que ha generado la conocida como 'Tasa Google', es decir, el impuesto sobre los servicios digitales que han aprobado catorce países europeos para gravar a las grandes tecnológicas, y que ha provocando un enfado considerable en la Administración norteamericana.

Las cumbres recuperan su relevancia con la recuperación

Si durante la pandemia las Cumbres G7 y G20 pasaron casi de puntillas -con los países integrantes librando sus propias batallas-, en la fase de recuperación están adquiriendo mucha más relevancia. A ello ha contribuido el hecho de que Biden esté tratando de obtener la complicidad de las grandes potencias contra algunas de las prácticas chinas, en su intento por rebajar el empoderamiento económico que está adquiriendo el gigante asiático. Es algo que, de hecho, ya consiguió en la cumbre de principios de mayo, que terminó con un manifiesto llamando a Pekín y Moscú a cumplir con las leyes internacionales. "Es probable que en esta nueva cumbre vuelva a incidirse en estos aspectos", explica a 'La Información' Patricia García, de la consultora de análisis de mercados MacroYield.

EEUU está utilizando también este foro para mostrar su giro de timón respecto a la etapa Trump y, tal como ha enfatizado la secretaria del Tesoro, Yellen recientemente, EEUU vuelve a erigirse como líder en el compromiso para resolver los problemas globales multilateralmente, incluida la cooperación para abordar el cambio climático y los problemas ambientales. "Es probable también que se aborden aspectos relevantes en el contexto de la pandemia, como la necesidad de prolongar las ayudas a los países que todavía no están viendo la luz o la necesidad de ampliar el espectro de las vacunas. Parece que la idea de liberalizar las patentes, pese a estar promocionada por EEUU, no ha encontrado consenso, por lo que en el G7 tendrán que abordarse otras propuestas", añade Patricia García.

"Nos comprometemos a no retirar el apoyo a las políticas demasiado pronto y a invertir para promover el crecimiento, crear empleos de alta calidad y abordar el cambio climático y las desigualdades", apunta el borrador de la cumbre, al que ha tenido acceso la agencia Reuters. "Una vez que la recuperación esté firmemente establecida, debemos asegurar la sostenibilidad a largo plazo de las finanzas públicas para que podamos responder a crisis futuras", añade el texto, si bien no se especificaría, al parecer, qué se entiende por recuperación firme.

"Pensamos que la Cumbre se saldará con algunos acuerdos, aunque sean tímidos, para ayudar a acercar la vacuna a los países más pobres, y que el acuerdo fiscal internacional avanzará de forma suficiente para que en la cumbre de primeros de julio pueda firmarse un borrador que podría terminar de rematarse con aspectos técnicos, según las previsiones de la propia OCDE, en octubre de este año", sostienen también desde MacroYield. 

Las criptodivisas vuelven a escena

En lo que respecta a las criptodivisas, otro de los temas que se abordará en esta cita, los expertos consideran que es probable que se discutan las preocupaciones que tienen las distintas potencias, pero en general no esperan un acuerdo aún en este sentido. "Hay un consenso sobre la necesidad de regular este tipo de activos, por sus repercusiones en ámbitos como el fraude o actividades ilícitas, pero está claro que su papel será relevante a futuro y convivirán con el dinero en papel, dado el desarrollo que están realizando los banco centrales, tanto en economías avanzadas como emergentes", asegura a este diario Victoria Torre, responsable de Oferta Digital de Singular Bank. Desde su punto de vista, se trataría de crear un marco que regule estos activos y evite los riesgos asociados a ellos, como se ha observado en las últimas semanas, por ejemplo, con los anuncios del gobierno chino.

Redactora de Macro

Periodista económica desde 2006, me incorporé a 'La Información' en 2017 como redactora de Macro, una labor que desarrollé antes en elEconomista (2013-2017). Durante más de una década disfruté de mi pasión por la radio como redactora de Informativos (Punto Radio y Cope). Fui colaboradora en Informativos Telecinco y actualmente participo en 'La Brújula de la Economía' de Onda Cero.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento