Ruben J. Lapetra Coordinador de Mercados
OPINIÓN

Los juegos bancarios de BBVA-Sabadell llegan a su momento culminante

Carlos Cuerpo, Josep Oliu y Carlos Torres, de espaldas, conversan sobre la opa bancaria en curso.
Carlos Cuerpo, Josep Oliu y Carlos Torres, de espaldas, conversaron hace un mes en el ICO.
Europa Press
Carlos Cuerpo, Josep Oliu y Carlos Torres, de espaldas, conversan sobre la opa bancaria en curso.

Hace casi tres meses ya que BBVA se lanzó por sorpresa sobre Banco Sabadell con una oferta de compra en acciones que sigue dando vueltas por los laberintos de los círculos de poder. Pendiente de los permisos de una larga lista de organismos y gobiernos, la realidad es que son los accionistas quienes tendrán la última palabra de la operación. Siempre han sido ellos. No será Moncloa quien pueda frenar la adquisición, aunque podrá poner pie en pared en caso de fusión. Res diversae sunt

Por el momento, sí parece que el Gobierno de Pedro Sánchez se ha puesto de perfil al retrasar el nombramiento de un gobernador para el Banco de España que sustituya a Pablo Hernández de Cos tras el fin de su mandato. Queda vacío de voz y voto el sillón que ocupaba en el Banco Central Europeo (BCE), quien sí debe pronunciarse en esta fase sobre los planes de BBVA para entrar en el Sabadell

Desde Fráncfort entienden que es un derecho exclusivo del Ejecutivo español pero que han recibido el compromiso de que habrá nuevo gobernador en menos de seis semanas. "Han indicado muy claramente que antes de la próxima reunión nombrarán a alguien", recordó Luis de Guindos, vicepresidente del BCE. Ese alguien puede ser un ex alto cargo BBVA, José Luis Escrivá, que ganó prestigio como figura independiente al frente de la Airef, el supervisor de las cuentas públicas, aunque lo ha ido perdiendo como ministro sanchista en estos seis años.

Su intenso perfil político ha quedado patente al primar el interés electoral del PSOE sobre la sostenibilidad del sistema de pensiones públicas, subiéndolas conforme al IPC en un episodio inflacionista preelectoral, más de lo saludable; y generando una deuda acumulada en la Seguridad Social, a base de préstamos extraordinarios del Estado, que excede los 116.000 millones de euros, cinco veces más que el conjunto de ayuntamientos, diputaciones y el resto de corporaciones locales.

Si sube al trono de hierro del Banco de España, el riesgo de que Escrivá mantenga la dependencia de Moncloa es elevado. Casi tanto como que salde alguna factura pendiente en el cajón de su etapa como economista jefe de BBVA entre 2004 y 2012. Ironías del destino, ahora tendrá la capacidad de pronunciarse sobre la opa sobre Sabadell desde el supervisor; o lo que es lo mismo, lo hará como voz del Gobierno pese a que tendrá que argumentar la posición ante el BCE. Una interferencia más que recuerda a la puerta giratoria del poder ejecutivo al judicial de los ex ministros de Justicia Juan Carlos Campo y Dolores Delgado.

El reequilibrio de BBVA

Hasta que eso suceda, la opa se juega en el terreno accionarial. Los dueños de BBVA se pronunciaron en Junta mayoritariamente a favor de la operación. Firmas como BlackRock, Capital Group, Vanguard y Norges Bank reúnen el 25% del capital de la entidad compradora. Algunas de ellas se repiten en el Sabadell e, históricamente, su 'modus operandi' es favorable a las fusiones de empresas y ventas de acciones en procesos de opa. El momento álgido para la batalla corporativa entre las cúpulas de ambos bancos han llegado ahora con la presentación de resultados del semestre, que serán los penúltimos antes de que la opa, probablemente, se active en octubre o noviembre. La evolución de las cuentas de uno y otro definirán del destino de la operación junto con los planes de retribución al accionista que pongan sobre la mesa.

De momento, Sabadell ha golpeado primero con unos beneficios estelares y una promesa de dividendo récord para 2024 y 2025. El mensaje del primer ejecutivo, César González-Bueno, para seducir a los inversores es que el "banco marcha a toda máquina" pero está "infravalorado" en bolsa, de ahí que quieran comprarles. No le falta razón pero hay una motivación adicional para BBVA que se desvelará el próximo miércoles 31 de julio cuando haga públicas sus cuentas. La entidad que preside Carlos Torres va a mayor velocidad, quizá con exceso, por la exposición que tiene su negocio a México, Turquía y Sudamérica, que están cerca de representar ya más del 80% de los ingresos y beneficios del grupo. El problema es que emergen de la conversión de pesos, liras y soles. Es por esto que BBVA necesita como el comer un reequilibrio de su balance hacia una divisa estable desde que vendió en 2021 su división en Estados Unidos. Y es ahí donde los euros y las libras esterlinas de Sabadell encajan como anillo al dedo en su perímetro, anclando otra vez a España su eje de gravedad.

Tras lo visto en las cuentas de Bankinter, Banco Santander y Sabadell, no sería nada anormal que BBVA presente unos números sobresalientes. La estabilidad cambiaria en la lira turca y el peso mexicano durante el segundo trimestre ayudará, como también los amplios márgenes que están gozando los bancos en España desde que subieron de forma vertical los tipos de interés entre 2022 y 2023. El canje en acciones que ofrece a los accionistas del Sabadell, a razón de 1 título de BBVA por cada 4,83 del 'opado', sigue marcando la cotización de ambos bancos. Lógicamente, si la reacción a los resultados del próximo miércoles es alcista para BBVA, su cotización arrastrará al Sabadell en bolsa y la opa ganaría un extra de probabilidad de éxito. Si es al contrario, seguramente sea el principio del fin del asalto y la tesis del camino en solitario resurgirá con fuerza.

Ruben J. Lapetra
Coordinador de Mercados

Periodista especializado en finanzas y tecnología. Escribo desde hace más de dos décadas en diarios líderes de información económica. He participado en el desarrollo de producto del área de mercados en los medios digitales en los que he trabajado. Me apasionan los nuevos proyectos y el aprendizaje continuo. Formé parte de Expansión.com durante cerca de cuatro años hasta que me involucré, sin dejar de escribir, en lanzamientos como ElEconomista.es (2005), Cotizalia y Teknautas en ElConfidencial (2007-2012), LaInformacion.com (2009), Hemerotek (2013) y ElEspañol.com (2015). Ayudé a crear un índice de bolsa, otro de vivienda y trabajé en dos fintech (WebFg y Finect). A finales de 2018 me reincorporé a LaInformación.com para relanzar su área de mercados y cotizaciones.

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