Tras la peor semana en ocho meses

El petróleo capea el bache por la Delta y lo apuesta (casi) todo a la recuperación

El Brent y el West Texas vuelven a situarse por encima de los 60 dólares por barril.
El petróleo capea el bache por la Delta y lo apuesta (casi) todo a la recuperación
EP / Archivo
El Brent y el West Texas vuelven a situarse por encima de los 60 dólares por barril.

La fuerte caída de los precios del petróleo en las últimas jornadas hizo saltar las alarmas sobre un posible frenazo de la recuperación de la crisis de la Covid-19. En la última semana el barril de Brent, el crudo de referencia en Europa, se depreció un 9,5% -fue la peor desde finales del pasado mes de octubre-. El estadounidense West Texas Intermediate (WTI) llegó a caer por encima del 10,1%. El nerviosismo se hizo evidente después de que China, segundo consumidor a nivel mundial, tuviera que aplicar nuevas restricciones a los viajes y decretar confinamientos parciales para hacer frente a la expansión de la variante Delta, que ha provocado 108 contagios por transmisión local en las últimas horas.

Los reveses de la pandemia en Asia, la aversión al riesgo más generalizada en los mercados financieros y la fortaleza del dólar han hecho mella en la materia prima, que tocó máximos anuales a principios del mes pasado (el Brent escaló hasta los 77,16 dólares el día 5). Sin embargo, la demanda en Occidente ha recuperado o superado los niveles previos a la pandemia y está agotando la oferta mundial, por lo que las turbulencias deberían seguir siendo temporales. Es al menos la idea que empieza a calar en los mercados, donde se teme que el verdadero revés para los precios del 'oro negro' llegue de las tensiones geopolíticas entre los principales productores. 

Las conversaciones para la vuelta al acuerdo nuclear con Irán son quizá las más evidente. "Los riesgos parecen estar más ocultos en el lado de la oferta que en el de la demanda", apuntan desde el banco privado suizo Julius Baer y puntualizan que las sorpresas geopolíticas son cada vez más probables a medida que las naciones petroleras levantan sus restricciones de producción y el negocio del esquisto expande su actividad. Las últimas estadísticas oficiales de EEUU muestran una disminución en el ritmo de almacenamiento por el fuerte aumento de las importaciones.

Desde una perspectiva a más largo plazo, el ciclo del mercado del petróleo parece "bastante maduro", en opinión de los analistas de la entidad, que consideran que las turbulencias de los últimos días deberían sacudir el mercado del petróleo sólo temporalmente, sin un impacto significativo y duradero. Así y en el corto plazo, la dinámica de la demanda mundial occidental debería seguir siendo una fuente de vientos de cola para los precios del crudo. Solo un revés significativo de la pandemia en Asia podría desbaratar en principio estos "sólidos fundamentos", apostillan.

En concreto China importó 9,7 millones de barriles por día en julio, el cuarto mes consecutivo en que la segunda economía del planeta colocó su demanda por debajo de los 10 millones de barriles diarios, según cifras de Commerzbank. Las últimas referencias publicadas por el gigante constatan el menor empuje de su economía en relación a los trimestres previos, en los que la recuperación de la Covid fue prácticamente en vertical. 

Las dudas sobre los productores y recuperación tras el 'crash'

Los inversores temían que el último acuerdo de la OPEP+ (que agrupa a los países del cártel y socios como Rusia o México) desencadenase un aumentos de la oferta que inundase el mercado de crudo en 2022 con un aumento acumulado de 1,6 millones de barriles al día (b/d) desde los niveles de producción de referencia. Sin embargo y desde de Bank of America, Karen Kostanian y Ekaterina Smyk, sostienen que el acuerdo es positivo para el petróleo tanto en el corto como en el medio plazo. Según sus propios cálculos, el añadido de 400.000 barriles a la oferta diaria de petróleo pactado por las petronaciones debería mantener este mercado en situación de déficit a finales de este ejercicio, además no implica un aumento inmediato en el bombeo de 1,6 millones de b/d a partir de abril de 2022 y servirá, igualmente, para redistribuir las cuotas en el seno de la alianza.

Todo lo anterior no no impide que la materia prima más intercambiada en el mundo acumule un 'rally' de más del 35% desde comienzos de año si se toma como referencia el barril de Brent; y de más del 41,6% en el caso del estadounidense West Texas Intermediate. Las dos referencias venían de un 2020 en el que el confinamiento global hundió a mínimos sin precedentes el precio por el desplome de la demanda. 

En España, por ejemplo, la reducción de la actividad comercial e industrial provocó una de las mayores contracciones del consumo de petróleo del mundo (-18%) muy superior al de los países de nuestro entorno (la caída en el conjunto de la UE fue del 13%), y doblando la caída media mundial, según el “Anuario estadístico-energético 2021”, publicado por Repsol. Dentro los productos petrolíferos, fue el gasóleo el que registró la mayor corrección de la demanda en términos absolutos, mientras que en términos porcentuales fueron los querosenos los más afectados por el drástico parón del sector de la aviación, que provocó caídas superiores al 90% en el segundo trimestre.

Ingrid Gutiérrez
Redactora de Macro

Periodista económica desde 2006, me incorporé a 'La Información' en 2017 como redactora de Macro, una labor que desarrollé antes en elEconomista (2013-2017). Durante más de una década disfruté de mi pasión por la radio como redactora de Informativos (Punto Radio y Cope). Fui colaboradora en Informativos Telecinco y actualmente participo en 'La Brújula de la Economía' de Onda Cero.

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