Siemens Energy, la escisión de Siemens para agrupar sus actividades energéticos, estaba camino de entrar en beneficios por primera vez desde que cotiza en bolsa. De ahí que el reciente 'profit warning' de su filial verde Siemens Gamesa haya trastocado sus objetivos para 2022. Al mismo tiempo, la presión de los accionistas sobre su consejero delegado, Christian Bruch, ha crecido porque los problemas de gestión en la empresa española, lejos de mejorar, están empeorando conforme pasan los meses.
De hecho, hay quien le señala como responsables. El ex ejecutivo de la gasista Linde -se incorporó a Siemens para liderar la salida a bolsa del área de energía en mayo de 2020- ha fulminado a dos consejeros delegados de Gamesa (Markus Tackle y Andreas Nauen) en apenas año y medio sin que nada haya cambiado. La empresa con sede en Zamudio sigue perdiendo dinero y desviándose en costes y tiempos a la hora de ejecutar sus proyectos. La última bala de Bruch ha sido enviar a España a Jochen Eickholt, el experto de integraciones de Siemens, para que ponga orden.
Siemens Gamesa perdió 403 millones de euros en su primer trimestre de 2022 (octubre-diciembre) pero pronosticó que su margen operativo estará en negativo todo el año salvo sorpresa. La cifra de números rojos se suma a la cosechada en los ejercicios 2021 y 2020 con 627 y 918 millones. En el cuartel general de Múnich han dicho basta. La matriz Siemens AG controla el 40% de Siemens Energy, que a su vez tiene el 67% de Gamesa.
Fuentes del sector explican a este diario que Eickholt es una suerte de ‘Sr. Lobo’ del grupo alemán: un solucionador de problemas. En su última etapa antes de incorporarse al consejo del área energética ocupó un cargo de gran responsabilidad como es el de la gestión de participadas, pero antes fue el ejecutivo que lideró el proyecto de fusión ferroviario Alstom-Siemens, aunque las autoridades de competencia europeas lo tumbaron. Ha tenido que presentar su dimisión en el consejo de Siemens Energy para acceder al puesto, un sacrificio encaminado a evitar problemas de gobernanza y conflictos de interés en el caso de que se active una fusión.
El nuevo jefe de Gamesa pondrá en marcha un plan de choque para devolver la rentabilidad al grupo y la compañía no ha descartado ajustes de costes con nuevos cierres de plantas o recortes de plantilla. Lo que sí está confirmado es la venta de un paquete de parques eólicos con los que la compañía espera obtener alrededor de 300 millones de euros. Pese a que el ejecutivo saliente Andreas Nauen tachó de rumor la posibilidad de una integración en Siemens Energy, lo cierto es que la hoja de ruta de Bruch contempla una fusión.
Eickholt tendrá en sus manos ejecutar ese plan para eliminar la estructura dual que está penalizando en bolsa tanto a Energy como a Gamesa. De hecho, los inversores valoran a la primera en 13.800 millones de euros y a la eólica en 11.400 millones pese a que solo supone un tercio de los ingresos del grupo. Dicho de otro modo, el negocio de soluciones y tecnología de gas y electricidad valdría cero si se tiene en cuenta que Siemens Energy tiene 2.500 millones de euros de caja neta en su balance.
Pese a la posición de liquidez de hasta 5.000 millones de euros -la mitad es deuda con vencimientos a corto plazo-, cualquier movimiento entre Energy y Gamesa incorporaría en todo caso una parte del pago en acciones para evitar salidas de caja, según fuentes financieras. El 33% que todavía no controla en la eólica está valorado en unos 3.700 millones de euros en bolsa, un 20% menos de la última transacción de títulos bilateral entre Iberdrola y Siemens que la CNMV no consideró causa de opa, como tampoco lo hizo con la fusión de 2017 en la que cambió el control de la empresa.
Siemens construye turbinas y maquinaria para centrales térmicas alimentadas con carbón y gas, además de desarrollar soluciones vinculadas al hidrógeno (electrolizadores). En su último trimestre disponible (julio-septiembre), sus ingresos en el área ‘gas & power’ crecieron un 11% interanual, hasta 5.350 millones de euros, registrando un espectacular aumento de pedidos en cartera del 40%, hasta 6.231 millones. Comparativamente, las ventas en el área eólica bajaron (-0,2%) y los pedidos crecieron solo un 12,5%.
Con todo, Bruch y Siemens Energy rendirán cuentas este miércoles. Los analistas esperan altos beneficios en el área de energías fósiles para Siemens que puedan neutralizar incluso las elevadas pérdidas (-403 millones) de la eólica. Según el holding, todavía la mitad de su cartera de proyectos no está descarbonizada, es decir, emite más CO2 del que captura pese a que está intentando darle la vuelta y Gamesa es la clave de la estrategia. La actividad del grupo incluye la tecnología de energía convencional y renovable, como turbinas de gas y vapor, centrales eléctricas híbridas operadas con hidrógeno y generadores y transformadores de energía.
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