Un año de la crisis de deuda

La travesía de Reino Unido presiona sobre los bonos y les aboca a sufrir un poco más

La travesía de Reino Unido presiona sobre los bonos y les aboca a sufrir un poco más
La travesía de Reino Unido presiona sobre los bonos y les aboca a sufrir un poco más
DPA vía Europa Press
La travesía de Reino Unido presiona sobre los bonos y les aboca a sufrir un poco más

Tras un verano en el que la renta fija mundial ha perdido terreno durante cinco semanas consecutivas, los mercados de bonos británicos prevén nuevas subidas de tipos. Pero los datos económicos sugieren que esta visión es demasiado pesimista. En comparación con otras economías importantes, Reino Unido parece ser el único en mantener una postura de endurecimiento monetario. La cuestión es: ¿Cuánto tiempo puede sostenerse esta posición?

Los indicadores sugieren que la inflación está comenzando a ceder y las tasas de interés en otros lugares del mundo pueden estar en camino de disminuir. Además, el aumento del desempleo y los signos de contracción en el sector de servicios plantean preguntas sobre las expectativas optimistas del mercado. Un artilugio del Museo del Banco de Inglaterra invita a los visitantes a experimentar por sí mismos la frustrante vida de un responsable de política monetaria. 

El visitante maneja una palanca, denominada 'Tipo de interés bancario', y al subirla y bajarla intenta que una bola metálica, que representa la inflación, se sitúe en el objetivo del 2%. La tarea es imposible. Mientras mueves la palanca en un extremo, un mecanismo cambia continuamente la altura del otro, simulando perturbaciones económicas y confundiendo tus intentos de equilibrio. Apenas se ha subido el tipo de interés bancario, hay que volver a bajarlo.

Los recientes datos salariales en el país británico no han hecho nada para aliviar la preocupación de que el Banco de Inglaterra tenga que seguir subiendo los tipos de interés si quiere controlar la inflación, razón por la cual los mercados de bonos pueden seguir agitados. Con todo, el mercado podría haber descontado parte de ese pesimismo. 

"Para empezar, el mercado del Tesoro estadounidense prevé al menos dos recortes durante el mismo periodo, mientras que la zona euro prevé un recorte completo tras el máximo de diciembre de 2023", comentan los expertos de Fidelity en un reciente informe. Reino Unido destaca como el único país de línea dura, pero las expectativas más pesimistas para la Reserva Federal y el Banco Central Europeo (BCE) reflejan tendencias económicas que no esperaríamos que pasaran por alto al Reino Unido.

Y ya hay indicios de que la inflación está bajando en el país británico, con el índice de precios al consumo de julio mostrando una caída desde el 7,9% de inflación interanual del mes anterior hasta el 6,8%, y desde el máximo de octubre de 2022 del 11,1%. Por su parte, la Oficina Nacional de Estadística ha publicado un análisis del "componente de tendencia común", en el que se excluyen los precios volátiles, como los de la energía y el combustible, y que muestra que la inflación alcanzó una meseta a finales del año pasado y luego cayó entre mayo y julio de 2023.

Ambas series respaldan el consenso actual del mercado, según el cual la inflación del IPC británico pasará la mayor parte de 2024 entre el 2% y el 3%. Luego está el desempleo, que aumentó del 3,9% en marzo sobre una base media de tres meses al 4,2% en junio. Los argumentos del Banco de Inglaterra a favor de un aumento limitado del desempleo se basan en la idea de que las empresas se mostrarán reacias a despedir personal, por temor a encontrarse con los mismos problemas de contratación que experimentaron en el periodo posterior a la pandemia. 

Esta aceleración del desempleo pone en tela de juicio esta hipótesis, al igual que el índice de directores de compras de servicios de agosto, que ha caído en terreno contractivo. El desempleo se sitúa ahora apenas por debajo de la tasa de equilibrio estimada por el Comité de Política Monetaria en el 4,25%, cuatro trimestres antes de lo que el MPC pensaba que llegaría.

El tipo de interés y los bonos

A pesar de estas nubes, el mercado está valorando actualmente un tipo de interés real de alrededor del 3,5% el próximo año, suponiendo un tipo básico del 6% y que la previsión del mercado de una inflación del 2,5% resulte correcta. "La última vez que los tipos reales se acercaron a este nivel fue antes de la crisis financiera mundial, una época en la que la deuda del Reino Unido era mucho menor que la actual", describen los analistas de la gestora estadounidense. La economía británica es ahora mucho más sensible a los costes de la deuda. ¿Hasta dónde puede llegar la rentabilidad de los 'gilt'?

Desde que los bancos centrales empezaron a subir los tipos, ha sido una tarea ingrata predecir el punto máximo de los rendimientos. "Sin embargo, parece que nos estamos acercando al final del ciclo de subidas y nos estamos volviendo más optimistas con respecto a los 'gilts'… Los mercados se mueven rápido en los puntos de inflexión, por lo que puede ser prudente empezar a prepararse ahora", aseguran. Esa palanca de los tipos bancarios puede ser imprevisible.

El consenso prevé que el camino a la baja aún puede continuar, aunque el recorrido ya no sería tan amplio. Desde Goldman Sachs apuntaban lo siguiente en un informe reciente: "Los gilts aún pueden sufrir ventas en este proceso de lucha contra la inflación por parte del Reino Unido, si bien es cierto que quedaría ya menos para encontrar el soporte clave". La sangría es importante y el país británico es el primero dentro de la geografía europea que ha entrado en recesión. El esquema está ya más definido, pero aún le pueden quedar coletazos. Y los inversores lo saben.

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