El cambio político en Estados Unidos debería significar que no habrá más presión sobre el dólar por parte de los políticos, como ocurrió bajo la presidencia de Donald Trump, aunque esto cambiará con Biden.
La divisas emergentes pueden ser las grandes beneficiadas del clima de inestabilidad política en EEUU y el mayor impacto del Covid-19 en Occidente frente a los países asiáticos.
La divisa británica sube frente al dólar y el euro cuando los inversores apostando a que el Reino Unido lograra un acuerdo comercial con la UE antes de Navidad y en pleno caos fronterizo por el Covid-19.
La apreciación de la divisa común se ha producido pese a los malos datos del índice compuesto de gestores de compras (PMI), que confirma la recaída de las economías europeas en recesión.
La revalorización de la criptomoneda supera la rentabilidad del oro en aproximadamente un 20%, mientras que el índice de bonos gubernamentales vinculado a la inflación ha sumado un 4%.
El metal dorado, que alcanzó máximos históricos a principios de agosto por encima de los 2.000 dólares por onza, se ha girado a la baja y vive su peor momento desde la crisis de los mercados en marzo.
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