La tecnológica catalana registró un aumento de sus márgenes pero entró en pérdidas antes de impuestos por el efecto de las amortizaciones tras la adquisición de Indenova el año pasado.
La tecnológica señala que dos accionistas, con el 14% del capital, vendieron "de manera presuntamente simultánea y concertada" sus acciones durante 57 sesiones y provocaron su desplome bursátil.
El banco y el brazo inversor del Estado vendieron a mercado el 14% del capital pese a que pesaba una carga sobre las acciones al estar pendientes de resolución judicial sobre la opción de venta.
El Alto Tribunal desestima una demanda de 2016 de Sisco Sapena contra sus ex socios en la empresa pero obliga al banco y al ente a vender unas acciones que ya no tienen por lo que deberán recomprarlas.
La tecnológica catalana refuerza su área de soluciones de firma electrónica e inaugura una nueva estrategia de crecimiento inorgánico con la primera adquisición desde que cotiza en bolsa.
Sisco Sapena ha adquirido 12.000 nuevas acciones de la compañía a un valor de 6,14 euros por título, lo que supone un desembolso total de casi 74.000 euros.
La empresa ha resaltado el incremento de un 46% en la facturación de esta línea, que incluye sus servicios de notificación, contratación y firma electrónicas certificadas.
La compañía señala que sus ingresos de su negocio de software creció un 59% en 2020, hasta los 5,69 millones de euros, y prevé que en 2021 superé el 50% de sus ingresos y su área de telecomunicaciones.
La operadora certificador propondrá a sus accionistas un pago de 0,0125 euro, un 25% más que su dividendo de 2020 y planteará un plan de autocartera por un plazo máximo de 5 años.
La compañía de notificación y certificación de comunicaciones suma nuevos clientes vinculados al sector público a través de la Seguridad Social después de un contrato con Renfe en febrero.
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