Borja Terán Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español
OPINIÓN

La asignatura pendiente de 'Mask Singer'

Cerdita en 'Mask Singer'
Cerdita en 'Mask Singer'
Borja Terán
Cerdita en 'Mask Singer'

Tras el éxito de la primera temporada y en plena recta final de su emisión, el equipo de 'Mask Singer' ya estará preparando el casting de la siguiente edición. El talent show juega a su favor que, ahora, las celebrities españolas que se tanteen para concursar ya conocen en qué consiste el formato. Los populares tendrán menos miedo a la hora de aceptar su participación en este espacio, pues han asistido a su buena aceptación social y, además, ha contrastado que no compromete a su reputación. Al contrario, incluso puede ser un buen escaparate para relanzar carreras o ser descubierto por nuevas generaciones en determinados casos.

No obstante, la segunda temporada de 'Mask Singer' perderá la expectación del efecto novedad. Así que la producción deberá pegar un impulso sorpresivo para que no parezca que el show se repite. La travesura del programa se puede potenciar dando un paso más allá en las puestas en escena de cada número musical y revolucionando el golpe de efecto de las máscaras, que en esta primera etapa se han centrado sobre todo en el reconocible mundo animal pero pueden indagar en otras iconografías de la imaginación popular. Mejor si juegan incluso con la picardía, ingenio y corrosión de los dobles lenguajes.

Pero, sobre todo, la asignatura pendiente con la que puede coger vuelo la segunda temporada de 'Mask Singer' es intentar integrar en el casting profesionales de reputado prestigio social que la audiencia ni siquiera se imagina que tienen una gran voz. Es la gran premisa del formato y que, de momento, ha faltado en esta primera etapa de la versión española, donde se echa en falta ese giro de desenmascarar a una voz vibrante que esconde a un profesional influyente y de popularidad transversal que nadie se le imaginaba en esa vicisitud, ya sea un político, un futbolista o un escritor. 

En esta primera temporada se ha escuchado a cantantes, pero no se ha descubierto una nueva voz que no se sabía que atesoraba tal cualidad por su seria notoriedad. Y, a la vista de las máscaras que quedan por descubrir, no parece que sucederá en las entregas que faltan de esta etapa. El mercado de celebrities en España es más limitado que en otros países, pero ahí el programa debe intentar romper con la burbuja y conquistar a nombres que la audiencia ve en activo pero no piensa que podrían aceptar estar disfrazados en un escenario de este tipo. Es la manera de seguir atrayendo el interés de la audiencia gracias a ese inteligente equilibrio entre concursantes que son más fáciles de augurar -para que el público no se desanime desde casa porque siente el programa muy complicado- con otros que desconciertan mucho. Con esta combinación, el público no puede dejar de ver el show hasta el final.

Cerdita es uno de estos participantes que confundía. Confundía, pero no cantaba bien. La gran cara del mayor asombro del espectador llegará cuando el escondido cante vibrante y ni siquiera nadie se imagine qué icono social canta así de vibrante. Es la gran fuerza de la televisión, la que desmonta los prejuicios.

Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español

Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Desde 2011 trabaja en La Información escribiendo sobre televisión, comunicación, medios y redes sociales.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento