Ruben J. Lapetra Coordinador de Mercados
OPINIÓN

Baile lateral de las bolsas, ¿llega el rally del Santa Claus o del Grinch?

Los inversores afrontan una semana crítica con la doble reunión Fed-BCE con los ajustes sobre la liquidez como el gran temor y los sensores de la volatilidad alertando de movimientos bruscos en el mercado.

Un calendario en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Un calendario en el Palacio de la Bolsa de Madrid.
Eduardo Parra / Europa Press
Un calendario en el Palacio de la Bolsa de Madrid.

Quedan apenas dos semanas de mercado abierto para las bolsas. Es un periodo corto de tiempo en el que se deciden muchas cosas, se retocan las carteras en el cierre del año fiscal y se dan pistas sobre lo que viene en 2023. Diciembre suele ser un periodo tradicionalmente positivo para las bolsas en el que se invierte más que se desinvierte. Así lo atestigua la estadística con ascensos de forma mayoritaria en los índices. De ahí nace el mito del rally prenavideño en el que los índices tienden a registrar un comportamiento positivo casi como por arte de magia, aunque poco tiene de sobrenatural y más de truco asociado a la estadística y ciclos fiscales. Como dijo el sabio anónimo: si entra dinero, el mercado sube… y si sale, baja.

En Wall Street, el Dow Jones sube el 71% de los diciembres con un rendimiento promedio del 1,4% con lo que se convierte en el segundo mejor mes del año para el índice con mayor solera estadística. En el último mes del año, el Nasdaq Composite subió el 61% de las veces con un saldo positivo del 1,7%, mientras que en el S&P 500 sucede el 73% con un resultado de +1,4%, según datos de Dow Jones Market Data. 

En el caso de la Bolsa española, los números también se alinean. El indicador Ibex 35, creado en 1992, ha subido el 70% de las veces y suma un rendimiento del 1,12% durante los últimos 30 años, según las cifras compiladas por 'La Información'. Si solo tenemos en cuenta los diez últimos ejercicios, el selectivo reparte suertes a cara o cruz con un 50% de probabilidades de que suba y otro 50% de que baje. Un escenario perfecto para que el expresidente Mariano Rajoy escriba una crónica bursátil... o no.

Hay un periodo más acotado, los cinco días siguientes a la jornada de Navidad, en los que se despliega el llamado rally de Santa Claus que también queda reflejado en las bases de datos. Pero no siempre es así. A veces, en lugar del trineo con renos desde el Polo Norte el que puede aparecer es el Grinch, ese personaje al que no le gusta el espíritu navideño y que vendría a representar el escenario bajista. 

Lo cierto es que en 2022 hay señales de sobra para una reaparición del antisocial duende verde en los índices. Los mercados se van a jugar el mes en apenas 1.000 minutos, los que transcurren desde el miércoles 14 de diciembre a las 20:00 horas y las 14:15 horas del día siguiente. En ese lapso temporal, la Reserva Federal (Fed) de EEUU y el Banco Central Europeo (BCE) anunciarán las últimas subidas de tipos de interés en este 2022 salvaje e histórico para la política monetaria por la guerra anti-inflacionaria.

Junto a esa decisión darán a conocer sus proyecciones macroeconómicas a tres años vista, aunque los inversores solo se fijarán en el 2023, cuyas estimaciones no han dejado de cambiar reunión tras reunión, trimestre tras trimestre. Si estamos de acuerdo con que la bolsa sube cuando hay más compras que ventas, también deberíamos estarlo con otra tesis mucho menos clara: si la liquidez disponible es menor, el mercado debería bajar. Los dos bancos centrales más poderosos están ajustando su balance y los ciclos restrictivos van asociados a un mal comportamiento de las bolsas, cómo suscribiría Ray Dalio, fundador del mayor ‘hedge fund’ del mundo (Bridgewater) y autor del libro fundamental Principios.

Los augurios no son buenos esta vez en diciembre. La inflación sigue fuera de control o, al menos, desbocada por encima de los objetivos del 2%-3% que los bancos centrales consideran como estabilidad de precios. La recesión asoma a la vuelta de la esquina. La combinación negativa de los dos pesos pesados macro no suele dar buenos resultados a las bolsas. 

Los precios de consumo acelerados que erosionan el poder adquisitivo y los ahorros de los contribuyentes, además de que elevan la presión fiscal porque los gobiernos suelen actualizar impuestos. Por tanto, habrá menos capital ocioso dispuesto a invertir. La contracción económica va asociada a un menor consumo con lo que las compañías ven cómo sus ventas bajan y su potencial conversión en beneficios también. El matiz es que la inflación hincha artificialmente los volúmenes de facturación durante un tiempo. 

Volviendo a la realidad bursátil y dejando atrás la ficción de la contabilidad macro, lo que sí es cierto es que las posibilidades de movimientos bruscos crecen en esta Navidad. Los sensores de volatilidad están creciendo en los últimos días ante la sensación generalizada de que las próximas subidas de tipos de interés sentarán a las bolsas tan mal como lo hicieron en diciembre de 2018, cuando Powell dio la puntilla a las expectativas económicas y le obligó a dar marcha atrás meses después. Lo que decidan el BCE y la Fed esta semana irá a misa al menos hasta que en febrero vuelvan a reunirse. 

Ruben J. Lapetra
Coordinador de Mercados

Periodista especializado en finanzas y tecnología. Escribo desde hace más de dos décadas en diarios líderes de información económica. He participado en el desarrollo de producto del área de mercados en los medios digitales en los que he trabajado. Me apasionan los nuevos proyectos y el aprendizaje continuo. Formé parte de Expansión.com durante cerca de cuatro años hasta que me involucré, sin dejar de escribir, en lanzamientos como ElEconomista.es (2005), Cotizalia y Teknautas en ElConfidencial (2007-2012), LaInformacion.com (2009), Hemerotek (2013) y ElEspañol.com (2015). Ayudé a crear un índice de bolsa, otro de vivienda y trabajé en dos fintech (WebFg y Finect). A finales de 2018 me reincorporé a LaInformación.com para relanzar su área de mercados y cotizaciones.

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