Borja Terán Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español
OPINIÓN

'MasterChef' acaba arrasando: así ha cocinado su gran éxito el talent de TVE

No ha sido la mejor edición, pero ha aupado su audiencia gracias a diversas circunstancias. 

Los dos finalistas de 'Masterchef'
Los dos finalistas de 'Masterchef'
Borja Terán
Los dos finalistas de 'Masterchef'

Ana ha ganado 'MasterChef 8'. Una edición que, a primera vista, no ha terminado como la temporada con mejor generación de cocineros, pero sí con más gancho de audiencia. ¿A qué se debe este fulgurante éxito?

Primero. El programa aterrizó en La 1 en un momento en el que la audiencia ansiaba un gran formato de entretenimiento que ayudara a la evasión colectiva. En pleno confinamiento por la crisis sanitaria, la oferta televisiva centró sus esfuerzos en la responsabilidad de la información sobre la tragedia del coronavirus. Pero, con el avance de las semanas, las cadenas generalistas prácticamente no dieron respiro con otro tipo de programas que hiciera otro servicio público fundamental: que la audiencia pudiera coger aire mentalmente durante la cuarentena. No todo puede ser información cuando no hay nueva información. Así surge la especulación.

Mientras tanto, las privadas paralizaron grandes apuestas por la bajada publicitaria que impide la rentabilidad calculada de la producción. Sin embargo, TVE sin anuncios y como cadena pública sí podía ejercer su cometido. Y, al final, terminó lanzando 'MasterChef'. Y lo hizo en la noche del lunes. Buena elección, pues en ese prime time no existía dura competencia. De esta manera, la corporación protegía el estreno de uno de los pocos grandes éxitos de La 1 en los últimos años. El resultado no decepcionó: la audiencia masiva volvió a esa franja de TVE para asistir a un talent con mucho de reality.

Segundo. A pesar de su larga duración, que estira cada entrega hasta bien entrada la noche para que la media de cuota de pantalla sea más alta -al alargarse la emisión en tramos más trasnochados con menos rivales en otros canales-, 'MasterChef' presenta una historia cargada de tramas. El show no deja relajarse al espectador, casi no paran de suceder giros de guion. El problema de esta edición es que ha estado escasa de la emoción del constructivo trabajo en equipo y, a la vez, no ha contado con demasiado componente de sorpresa por el resultado de cocinados. Se ha echado en falta, pues, un mayor grado aspiracional del programa. A diferencia de otros años es más difícil querer ser como los participantes.  No se entendía muy bien sus motivaciones.

Los perfiles elegidos del casting se fueron torciendo con el paso de las semanas en personajes que transmitían más avaricia individualista que progreso en comunidad. Parecía que habían interiorizado cuál debía ser su papel en este culebrón. Y el jurado incidía en los roles de serial de sobremesa de los aspirantes. Así el programa solucionaba la debilidad de falta de excelencia culinaria. Como tal vez insinuando: no hay magistrales chefs, pues aprovechemos la competitividad trepa que manejan a la perfección. Lo que ha indignado a los espectadores más fieles, que a la vez no podían dejar de verlo, comentar y, por consiguiente, posicionar en la conversación social una edición con más de una polémica y algún cadáver de ave emplatado.

Tercero. En cada temporada que pasa de 'MasterChef', la productora Shine Iberia demuestra que consigue superar obstáculos, intenta huir de lo repetitivo y aguanta el interés equilibrando emoción, épica y calidad visual. El concurso teje la comunicación verbal y no verbal con maña para atraer la atención con un formato que atesora el valor de la divulgación gastronómica y social. Aunque quizá ahí está el reto de la siguiente temporada del 'MasterChef' de anónimos. Toca quebrantar más la burbuja de los perfiles (pijos) que se presentan a su casting y recuperar la ingenuidad de aspirantes con talentos más realmente diversos y menos contaminados por la fama del show business. Tanto que quizá piensan que se las saben todas. Pero no, no se las saben y eso, cuando se apagan los focos, tal vez vaya en contra de su porvenir real. No puede dar igual el amor por la cocina en 'Masterchef'. Y esta temporada, por momentos, lo ha parecido. 

Borja Terán
Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español

Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Desde 2011 trabaja en La Información escribiendo sobre televisión, comunicación, medios y redes sociales.

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