El Gobierno quiere recortar las competencias de las comunidades autónomas en los impuestos sobre Patrimonio (IP) y Sucesiones (ISD). El primero ya se ha visto fuertemente afectado por la aprobación del Impuesto a las Grandes Fortunas, pero sólo con carácter temporal. Ahora se trataría de establecer modificaciones indefinidas. En la Ley que regula el sistema de financiación autonómica (Ley 22/2009), las competencias normativas atribuidas a las comunidades son:
1. En el IP, a las comunidades les corresponde la regulación del mínimo exento, los tipos de gravamen, y las deducciones y bonificaciones.
2.- En el ISD, a las comunidades les corresponde la determinación de las reducciones en la base imponible, la tarifa, los coeficientes de patrimonio preexistente, y las deducciones y bonificaciones en la cuota.
Es la primera vez que el principio de suficiencia financiera “interna” de las comunidades autónomas retrocede. Y, con él, el principio de autonomía de las regiones. Pero, en la práctica, es un brindis al sol en un mundo político regido, como el español, por el socavamiento del Estado y la preeminencia de la plurinacionalidad, que son los dos factores que han mantenido vivo a Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno. A don Pedro el derecho a la igualdad le parece un anacronismo visigótico- Luego considero imposible que el menú sea el mismo para todas las comunidades que, junto al Ministerio de Hacienda, constituyen el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
¿Alguien se imagina a la Generalitat, con el traje de la amnistía hecho a su medida en una sastrería limpia de polvo y fango, una Generalitat con todas las exigencias de exclusividad en cualquier ámbito político y económico que realiza todos los días, teniendo los mismos tributos patrimoniales que Asturias tierra querida, tierra de mis amores? Hay comunidades de primera división y otras de segunda división, que, aún de forma extemporánea, hacen las delicias del “federalismo asimétrico de Pascual Maragall”. O a los lectores de Orwell: “Todos somos iguales pero unos más que otros”-
En cualquier caso, si el Gobierno quiere atar en corto a todos los territorios, me parece obvio que la soga estrechará la movilidad autonómica en el ISD, restándoles competencias en la determinación de la tarifa y en las deducciones y bonificaciones de la cuota, probablemente de forma mixta y acumulada. Otra forma de restricción, esta vez en el capítulo de las competencias y puntos de conexión en las adquisiciones mortis causa, sería prolongar el tiempo mínimo de la residencia habitual del causante (hoy de cinco años) pata detener “la emigración” a territorios de baja retribución.
Hace muchos años –eran los tiempos de la bomba lapa y el tiro en la nunca- que el Estado Español concedió “voluntariamente” dos sistemas fiscales propios a dos territorios del Norte. Se hizo para domesticar a los irredentos de la Goma-2 y a sus partidarios, incluidos los que ven los partidos por televisión. No se consiguió porque las bestias siempre tienen ganas de comer. A toro pasado siempre es fácil echarle la culpa al guardián de la viña. Cierto, pero ya sabemos lo que pasa cuando practicamos el juego de los agraviamos comparativos.
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