Borja Terán Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español
OPINIÓN

'Pasapalabra', la vida tras Pablo Díaz

Pablo Díaz emocionado tras ganar el bote de Pasapalabra
Pablo Díaz emocionado tras ganar el bote de Pasapalabra
Atresmedia
Pablo Díaz emocionado tras ganar el bote de Pasapalabra

Pablo Díaz se fue de 'Pasapalabra' tras llevarse el millonario rosco. Y con él, se marchó la empatía del concursante perfecto: ese participante que enamora al espectador. Como consecuencia, el final de su hazaña podía haber provocado un descenso del interés por el concurso. Sin reclamo de gran bote, sin conocer a los concursantes nuevos y encima en el arranque del verano: 'Pasapalabra' se podía hacer más cuesta arriba para el público.

Sin embargo, el concurso de Antena 3 sigue arrasando en audiencias. No depende del carisma de nadie, sólo de la gran baza en televisión: ha creado una cita diaria en la rutina de la memoria colectiva. A las 8 de la tarde es hora de esperar a ver 'El Rosco'.  La prueba que tiene la fórmula de un éxito que parece no agotarse.

El secreto de 'Pasapalabra' está en que atesora un objetivo narrativo claro. No es una sucesión de pruebas. El juego va avanzando y creciendo para alimentar el interés por el gran reto final, al que en cada entrega se va sumando más dinero en juego. 

Pero es difícil dar con un reclamo como el que cuenta 'Pasapalabra'. El acierto de 'El Rosco' está en la combinación de iconografía y épica de la prueba. El círculo de letras es reconocible, rápido y efectista. El espectador puede participar desde casa y hasta retarse con el propio concursante. Concursante al que terminas admirando porque debe adivinar en tiempo récord qué significados se esconden detrás de las definiciones que sentencia el presentador a una velocidad de vértigo.

En los últimos años, hemos visto concursantes cayendo por las trampillas ('Ahora Caigo'), bombas que explotan si cortan el cable incorrecto ('Boom'), dinero que cae hacia el vacío (Atrapa el millón) y hasta cajas fuertes que se estampan encima de la cabeza de los concursantes sin alcanzar demasiada audiencia ('Crush, la caja que te aplasta'). Todos los concursos saben que necesitan un elemento diferencial que atrape el asombro del público, pero 'Pasapalabra' ha logrado la idea perfecta, la que es tan atractiva como sencilla. Su carismático 'Rosco' es la prueba identitaria por excelencia que no sólo sirve de infalible colofón, también es un tenso golpe de efecto diario que crea adicción. Lo espectacular, a veces, es lo sencillo. Sólo hay que dar con la idea que reta la curiosidad de la audiencia.

Borja Terán
Periodista | Comunicación | Madrid (España) | Idioma: Español

Licenciado en Periodismo por la Universidad Pontificia de Salamanca. Desde 2011 trabaja en La Información escribiendo sobre televisión, comunicación, medios y redes sociales.

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