Con vistas a convertir ¿Qué es el sistema de tarificación por uso? El Gobierno confirma que habrá que pagar por utilizar las autovías, hay sobre la mesa dos posibles métodos para cobrar a los usuarios su tránsito sobre estas calzadas de alta capacidad. La intención del Gobierno es utilizar primero un sistema de viñetas, por su facilidad de implementación, y después optar por el telepeaje, que cobraría el coste por uso y sería más justo para los conductores.
En una veintena países de la Unión Europa pesan peajes sobre las carreteras, aunque no todas son autovías. En algunos territorios, las barreras de pago son muy puntuales mientras que en otros se paga por la totalidad de la red de alta capacidad (lo que se conocen como autovías o autopistas) a través de estos dos sistemas antes mencionados.
El sistema de viñeta, la tarifa plana
Las viñetas son muy utilizadas en países como Hungría, Austria o República Checa. El sistema consiste en el pago de una pegatina que debe colocarse de manera visible en el parabrisas del vehículo para poder circular por las carreteras gravadas con este impuesto.
El coste de la viñeta depende del periodo de uso y no de la cantidad de kilómetros que vayan a recorrerse, existiendo diversos sistemas de abono: por diez días, mensuales, de trimestre o anuales. Los precios varían en función del periodo de circulación escogido y, durante el mismo, se pueden recorrer kilómetros ilimitados. El país más caro de Europa en estos términos es Hungría, donde se pagan 120 euros anuales por esta pegatina.
Telepeaje, a la portuguesa
En el país vecino, sin embargo, se utiliza un sistema a través de cámaras de registro de matrículas conocido comúnmente como telepeaje. A lo largo de las autovías existen grandes arcos con estas cámaras que registran todos los vehículos que circulan por ellas.
Este sistema, mucho más exacto, solamente cobra por los kilómetros recorridos. Hay varias maneras de inscribirse en la base de datos para el cobro del uso de la carretera. El primer paso siempre es registrar la matrícula del coche y, a ella, asociar un método de pago.
Pueden ser tarjetas prepago cargadas con una cantidad que va de los 5 a los 40 euros, llamadas Toll Card, de las que se va descontando la cantidad a abonar. También se pueden usar los conocidos dispositivos Via-T o Easy Toll a los que asociar con una tarjeta de crédito en la que se vayan cargando los precios de los kilómetros recorridos. Todos estos sistemas cuentan con diferentes caducidades y periodos de uso.
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