Falta apenas una semana para que una de las autopistas más caras del territorio se libere y pase a ser de uso completamente gratuito, con todos sus pros y algún que otro contra. La AP-2, que conecta Zaragoza con la costa de Tarragona (finalizando en El Vendrell) y que, sobre todo, sirve de conexión directa con Barcelona, va a dejar se ser de pago.
El primer día de septiembre Abertis va a liberalizar, después de más 40 años, esta autopista que cuesta alrededor de 15 céntimos el kilómetro. Un viaje de ida y vuelta de Zaragoza a Barcelona costaba, hasta ahora, la friolera de más de 60 euros solo en autopista, sin contar otros gastos como la gasolina.
La puesta a disposición gratuita de esta autopista se celebra ya que da una alternativa a la carretera N-II (paralela a esta vía de gran capacidad y mucho más peligrosa de recorrer). Sin embargo, algunos municipios aragoneses por los que transcurre esta carretera han mostrado cierta incertidumbre ya que se prevé que su liberación afecta a la recaudación de las arcas de estos municipios, 7 zaragozanos y 4 oscenses.
Otros tramos gratuitos
Pero la AP-2 no es la única autopista que a partir del 1 de septiembre va a ser gratuita. Se espera la liberalización de dos nuevos tramos de la AP-7 o Autopista del Mediterráneo, que recorre toda la costa desde Andalucía hasta la frontera con Francia. Las franjas entre Tarragona y La Jonquera, en Girona, y entre Motmeló y el Papiol van a ser gratuitas a partir del mes que viene y de gestión del Ministerio de Transportes.
Por otro lado, la C-32 (de Barcelona a Lloret de Mar) y la C-33 (de Barcelona a Montmeló) pasarán a ser competencia de la Generalitat de Catalunya y, por tanto, también de uso gratuito.
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