El país donde te multarán si no conduces a 120 kilómetros por hora

Los límites de velocidad en carretera funcionan tanto al alta como a la baja. Es decir, nos pueden multar por exceder la velocidad máxima de circulación establecida en las vías, pero también por circular excesivamente despacio, ya que se considera un riesgo para el resto del tráfico y la seguridad vial. 

En España, el límite máximo de circulación está en los 120 kilómetros por hora, mientras que la velocidad mínima depende de la cifra anterior: habitualmente, en carreteras y vías de alta capacidad, el límite está en la mitad de la velocidad máxima permitida. En una autopista de 120, no podremos conducir a menos de 60 kilómetros por hora. 

Sin embargo, hay una carretera concreta en un país del mundo en el que te multarán si tu velocímetro marca menos de 120 kilómetros por hora. Se trata de la Sheikh Mohammed bin Rashed Expressway en Emiratos Árabes Unidos, una gran vía de alta capacidad que une Abu Dhabi y Dubai con un recorrido de unos 150 kilómetros. 

A lo largo de 62 kilómetros de esta autovía, donde hay cuatro carriles, hay un límite de velocidad circulación mínima de 120 kilómetros por hora en dos estas cuatro vías, que serían los carriles rápidos. La velocidad de circulación máxima permitida en general en esta carretera y similares es de 140 kilómetros por hora, lo cual deja poco margen a la aceleración. Menos mal que la mayoría de coches vienen con control de crucero. 

Multa por no cumplir el límite de velocidad en Emiratos

Este es el único caso en el que la DGT permite conducir sin cinturón

La multa por no cumplir con esta norma es de 400 dirhams, que se convierten en cerca de 100 euros al cambio. La verdad es que viendo los coches que normalmente ruedan por Emiratos, la multa no es excesivamente elevada. 

Eso sí, nos imaginamos que más sanciones habrá por exceder los límites de velocidad máxima que por no cumplir los de la mínima. En este caso, la multa varía entre los 300 dirhams y los 3.000 dirhams, dependiendo del límite, y nos pueden acabar reteniendo, además, el vehículo.