La Dirección General de Tráfico (DGT) es la institución de España que se encarga de salvaguardar por la vida de todas esas personas que se ponen al frente de un vehículo y también de sus acompañantes. Para poder llevar a cabo su labor, cada día intenta introducir mejoras que afectan a la circulación o lanzar campañas para concienciar a los conductores de los riesgo que tiene coger el coche.
Entre todas esas mejoras está la actualización que se llevó a cabo en 2023 del Reglamento General de Circulación. Fue ahí donde explicó la llegada de nuevas señales que se iban a poder ver en las calles y carreteras de nuestro país. El catálogo de la DGT cuenta con unas 500 señales de tráfico diferentes. Sin embargo, todas ellas se encuentran en constante cambio para adaptarse a las necesidades tanto de conductores como de peatones.
Tráfico tomó la decisión de ampliar y retirar esas señales que estaban en desuso y unificar las que tenían un mismo significado. Estas modificaciones ha podido suponer una confusión para esos conductores más veteranos que estaban acostumbrado a ver una serie de distintivos. Esto es lo ocurre con la señal P-35.
El significado de la señal P-35 de la DGT
La señal P-35 tiene una forma triangular con bordes rojos y un fondo en blanco. Esto significa que se trata de un insignia que indica precaución. En el interior se pueden ver dos coches negros que están situados en paralelo y unas fechas que se cruzan. Se trata de una advertencia que se conoce como "carril trenzado".
¿Y qué quiere decir? La señal informa de que se trata de un área en la que la trayectoria de los coches se entrelaza. De manera ocasional, se ubica en tramos en los que una carretera se conecta con otra o en bifurcaciones para unificar la función de un carril de aceleración y otro que es desaceleración. Esto quiere decir que es una zona con un mayor riesgo de accidente.
Como bien es sabido, el carril trenzado facilita la aceleración y desaceleración. Es muy común en autovías y autopistas y suele tener una longitud máxima de 1.500 metros. El conductor deberá tener cuidado y observar para ceder el paso a los que circulen por la vía principal. El que se vaya a incorporar tendrá que hacer un buen uso de los intermitentes para señalar el movimiento.
Será importante mantener una velocidad adecuada, tanto en el caso de incorporarse como para permitir que otros los hagan, es decir, sin acelerones ni frenazos bruscos. También se deberá respetar la distancia de seguridad para tener un buen tiempo de reacción y señalizar todos los movimientos que se vayan a hacer.
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