Si lo que buscas es un SUV de acceso que te permita diferenciarte entre el tráfico, tal vez el nuevo LBX, la opción más pequeña hasta la fecha de Lexus, puede ser una elección de lo más acertada.
De entrada, su trabajada estética ya nos pone en la pista de estar ante un coche que encierra mucho “glamour” en una carrocería que mide tan solo 4,19 metros de largo.
Se distingue de sus hermanos de gama por una imagen delantera específica, característica por el uso de una parrilla del tipo trapezoidal más una firma lumínica propias.
Si abrimos las puertas (mediante un exclusivo pulsador eléctrico), la sensación de gusto por lo bien hecho es inmediata. Para ello, la marca Premium de Toyota no repara en gastos en base a la utilización de unos materiales de gran calidad (los ajustes siguen la misma línea) que no están condicionados para nada por su ajustado tamaño.
Su diseño es igualmente de lo más refinado y poblado de todo tipo de recursos en el apartado tecnológico. No faltan dos generosas pantallas digitales para la instrumentación y para el infoentretenimiento con un tamaño de hasta 12,3 y 9,8 pulgadas respectivamente.
El manejo de las numerosas funciones disponibles es bastante intuitivo, rápido diríamos en comparación con otros modelos, para movernos con soltura a los pocos minutos de acomodarnos en el puesto de conducción.
Añade, además, distintos recursos para personalizar el ambiente con un montón de colores para la iluminación (un total de 50) y apariencias diferentes para la instrumentación.
Los equipamientos, por su parte, integran tapicerías de cuero vegano, asientos equipados con reglajes eléctricos, colores diferenciados para la carrocería, sistemas de audio (como el firmado por Mark Levinson) o una aplicación para utilizar el teléfono móvil como la llave de acceso. De nuevo, el tamaño no importa para poder diseñar un coche a la carta.
Etiqueta Eco y consumos realmente bajos
En el apartado mecánico, y en el momento de su lanzamiento, el LBX solo se comercializa con una contrastada unidad híbrida de tres cilindros, gasolina y 136 CV de potencia (como resultado de la suma del motor térmico y del eléctrico) que se corona con la etiqueta Eco de la DGT.
Su rendimiento y respuesta es de lo más equilibrada para movernos con la necesaria soltura de acuerdo a su nivel de potencia y solo nos podemos quejar del ruido que provoca cuando pisamos el pedal del gas con decisión.
No obstante, donde el SUV japonés convence plenamente es cuando comprobamos sus consumos. La eficiencia en este capítulo es sobresaliente y nosotros hemos sido testigos de unas cifras realmente bajas como los 5,3 litros a los 100 km/h conseguidos en condiciones habituales de uso.
Por lo que concierne a su comportamiento, el LBX vuelve a ser un modelo muy agradable de conducir. Podemos decir que es tan confortable como disciplinado en el paso por curva.
Decir en este sentido que hay disponible una opción de tracción total (añade otro motor eléctrico en el tren trasero) que nosotros, desde luego, no hemos echado en falta. Sobra tal como está de afinada en estas lides la versión de tracción delantera probada.
Con un precio de salida de 33.900 euros, correspondiente a la versión básica, Lexus propone otros cuatro niveles denominados Elegant, Relax, Emotion y Cool con especificaciones y accesorios propios que les distinguen. ¿Es caro? Todo depende del cristal con el que se mire. Eso sí, por exclusividad, refinamiento y eficiencia, el LBX probado es el más adecuado.
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