El nuevo Volkswagen T-Roc Cabrio, a prueba: un coche único y plenamente disfrutable

  • Lo mejor de dos mundos, el de los SUV y el de los descapotables, se unen en este caso a un motor gasolina de 150 caballos que ofrece un estupendo rendimiento.
Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
La silueta del Volkswagen T-Roc Cabrio ha ganado todavía más en prestancia tras la actualización.
D.P.
Volkswagen T-Roc Cabrio 22.

El Volkswagen T-Roc se puso al día la pasada primavera con ligeros cambios estéticos y mejoras en su equipamiento, y esas novedades han afectado también a la variante descapotable, como es natural. Por fuera fundamentalmente cambia la parrilla, las defensas y paragolpes, las ópticas y se suman nuevos diseños de llantas.

Las modificaciones del interior son más notorias, sobre todo por la disposición más elevada (y cómoda) de la pantalla sistema multimedia de 9,2 pulgadas, con las toberas de aire debajo. Además, los mandos de la calefacción son táctiles y no físicos con ruedas como antes, lo que los hace algo más imprecisos al manejarlos, al menos hasta que uno se acostumbra.

Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
La nueva y más elevada posición de la pantalla del sistema multimedia es uno de los cambios del interior.
D.P.

Pero como dijimos al probar la anterior generación, este coche es único en el mercado español, porque actualmente no hay otro SUV con techo automático escamoteable a la venta. Quizá por ser tan exclusivo tiene mayor atractivo, pero desde luego es un placer conducir un vehículo desde una posición elevada cuyo techo se puede plegar o desplegar, de forma automática y sin más intervención, en solo 9 segundos.

El techo es de lona, sí, pero tiene tres capas y el ajuste es bastante bueno. De hecho, cuando se viaja con él cerrado no se perciben ruidos aerodinámicos exagerados, al menos a velocidades legales en autopista, pero no tiene el aislamiento acústico de un coche convencional.

Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
La capota tiene tres capas y se ajusta como un guante al T-Roc.
D.P.
Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
Tan solo son necesarios 9 segundos para convertir este coche en un precioso descapotable.
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Con el techo abierto, y si las condiciones acompañan (ni demasiado frío ni calor), como ha sido nuestro caso durante toda la prueba, este T-Roc se disfruta sobremanera. Si el aire o el frío es molesto para los ocupantes de alguna de las cuatro plazas disponibles, la situación se puede compensar parcialmente cerrando las ventanas y haciendo uso del potente climatizador.

Otro análisis recae en el apartado práctico, que se ve perjudicado por un maletero mucho más pequeño que el de la versión convencional, pero dada su profundidad los 280 litros disponibles da más juego de lo que parece, y además se pueden plegar los asientos traseros si es necesario.

Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
La trasera es compacta y tiene de una defensa inferior color aluminio que resulta diferenciadora, como los LED traseros oscurecidos.
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Motor conocido

Mecánicamente, esta unidad monta el ya tradicional motor gasolina 1.5 TSI de 150 caballos (por debajo sigue disponible el 1.0 TSI de 110 CV), el cual tiene un funcionamiento bastante elástico y empuja con rotundidad desde prácticamente las 2.000 rpm. El propulsor se asocia a un cambio automático de siete marchas que combina perfectamente con los modos de conducción Eco, Normal y Sport, y además tiene la posibilidad de manejarse de forma manual desde las levas situadas en el volante. Así tenemos todo el control de la conducción.

El comportamiento de este T-Roc Cabrio es equilibrado y está al nivel de sus prestaciones, con una suspensión cuyo ajuste prima el confort y ofrece un buen rodar en prácticamente todas las condiciones.

Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
La bonita tapicería de piel de esta unidad es opcional, pero los asientos son en todo caso muy cómodos.
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Si nos fijamos en el consumo, a ritmos moderados el motor TSI gasolina arroja valores medios muy similares a los 6,4 a los 100 km que ha homologado la marca, pero en nuestra prueba de largo y variado recorrido, exigiendo en algunos momentos a la mecánica, hemos rebasado los 7 litros de media.

Diferencia de precio

El Volkswagen T-Roc Cabrio 1.5 TSI de 150 caballos se comercializa con acabados de diferente orientación: el más deportivo R-Line, que además tiene detalles distintivos específicos, y el más elegante Style que hemos probado nosotros. El precio de partida de este es de 35.865 euros, incluidos descuentos, pero con la muy recomendable opción del cambio automático de 7 velocidades la factura se eleva hasta los 37.170 euros. Esto supone casi 7.000 euros más que la versión cerrada con igual mecánica y transmisión en acabado Life, de modo que hay que tener muy claras las preferencias.

Volkswagen T-Roc Cabrio 22.
Es más pequeño que uno convencional, pero la profundidad de este maletero da bastante juego.
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En cuanto al equipamiento, el Style ciertamente tiene muy buena dotación, y eso hace que, además de poder viajar a cielo descubierto, quien se anime a adquirirlo tendrá un coche avanzado tecnológicamente, con recursos interesantes como el cuadro de mandos digital, sistema multimedia, conexiones USB tipo C, climatizador bizona, control de crucero adaptativo con función “stop and go”, asistente de carril o sistema de detección de peatones, entre otros muchos.

FICHA TÉCNICA

Motor: gasolina.

Potencia (kW/CV): 110/150.

Cambio: automático, de 7 velocidades.

Largo (mm): 4.271.

Ancho (mm): 1.811.

Alto (mm): 1.527.

Maletero (litros): 280.

Velocidad máxima (km/h): 205.

De 0 a 100 km/h (seg.): 9,4.

Consumo medio (l/100 km): 6,4.

Emisiones CO2 (gr/km): 145.

Precio (euros): 35.865 euros.

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