Más de un siglo del Alfa 40/60 HP, pionero en destacar la importancia de la aerodinámica en el automóvil

En 1913, y tras el éxito de los primeros modelos que lanzaron en 1910, Alfa se lanzó a desarrollar un modelo de mayores prestaciones que el Alfa 24 HP, que en la época era su tope de gama. El resultado de todo este esfuerzo fue el Alfa 40/60 HP, diseñado por Giuseppe Merosi y que iba dirigido a los amantes de la conducción deportiva.

Alfa Romeo

Con una carrocería al estilo Torpedo, este se centraba en los esencial para ofrecer más velocidad y sensaciones. Medía 3,2 metros de largo y carecía de parabrisas, mientras que una de las cosas que más destacaba era su gran parrilla vertical delantera, así como su largo capó que llegaba hasta la cabina posterior con dos plazas.

Propulsándolo tenía un motor de 4 cilindros en línea y 6.082 centímetros cúbicos que desarrollaba 70 CV en la variante de calle, alcanzando como velocidad máxima los 125 km/h, algo espectacular para la época. Con esta base se puso a punto la versión Corsa, pensada para la competición, que era capaz de alcanzar los 137 km/h con un motor de 137 CV. Esta variante Corsa logró varias victorias de prestigio después de la Primera Guerra Mundial.

Un encargo a medida

Este modelo despertó el interés de propios y extraños, y uno de ellos fue el Conde Mario Ricotti, quien, entusiasmado por sus prestaciones, no dudó en adquirir un chasis del Alfa 40/60 HP para un encargo muy especial que tenía en mente. Y es que, además de ser un aficionado al motor, el conde también amaba la vida en el campo y poseía una casa en el Piamonte, a la que quería acudir con un automóvil hecho a la medida de sus necesidades. Entregó así un pliego de condiciones que parecía la definición de lo que hoy entendemos por monovolumen. Su máxima exigencia era que su Alfa debía tener cinco plazas en lugar de dos, para poder trasladar cómodamente a su familia e invitados.

Alfa Romeo

La solución a este reto fue conocido como ‘Siluro Ricotti’ o Alfa 40/60 HP Castagna Aerodinamica, pues recurrió al famoso carrocero Castagna. El extraño automóvil que anticipaba rasgos de los monovolúmenes que vendrían después, conservaba también elementos de los coches de caballos. Además, para oponer la menor resistencia posible al aire, se eligieron formas fluidas y suaves hasta lograr una silueta parecida a la de una lágrima. Para acceder a él se podía hacer a través de una de las tres puertas laterales, dos ubicadas en la derecha y otra en la izquierda, mientras que una trampilla adicional permitía acceder al motor.

Alfa Romeo

El Siluro Ricotti fue clave para introducir y afianzar la presencia de una ciencia tan novedosa como la aerodinámica en el mundo del automóvil. Y por si fuera poco, gracias a todas estas modificaciones internas y externas, el Siluro Ricotti era capaz de alcanzar los 139 km/h, es decir, era más rápido que el Alfa 40/60 HP Corsa, la versión de competición del modelo.