Probamos el Audi A3 Sportback 45 TFSIe, el híbrido enchufable de las dos caras

El A3 Sportback es uno de los compactos prémium de referencia en el mercado junto al BMW Serie 1 y el Mercedes Clase A. Y lo es más tras su última actualización, cuyo lanzamiento lamentablemente pasó algo desapercibido al coincidir con la pandemia.

La puesta al día trajo consigo no solo una variante híbrida enchufable de etiqueta Cero, sino que dobló la apuesta tras haber sido uno de los modelos pioneros con esta tecnología hace una década gracias al Audi A3 e-tron.

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Así, además del 40 TFSIe de 204 caballos, que es el mismo nivel de potencia que tenía el A3 e-tron original, Audi ha querido ofrecer una más prestacional 45 TFSIe con 245 caballos, que es la que hemos probado en esta ocasión.

Actualmente, esta versión tope de gama del compacto solo se combina con el acabado Black line Competition (que a su vez toma el S line como base), y esa es la razón por la que luce paragolpes deportivos, llantas Audi Sport de 18 pulgadas, pinzas de freno rojas y embellecedores en negro, todo lo cual lo distingue del resto de la gama.

La carrocería Sportback tiene cinco puertas, pero es atractiva y tiene un marcado dinamismo. Más allá del acabado, la única diferencia de los TFSIe con respecto al resto de A3 está en la tapa del punto de carga ubicado en la aleta frontal izquierda.

Por dentro, el ambiente es inequívocamente Audi, con una mezcla de lujo y deportividad que atrapa desde el primer momento. Los asientos y el volante multifunción de tres radios ofrecen una magnífica posición para conducir, y el cuadro digital de 12,3 pulgadas y la pantalla central de 10,2” del sistema multimedia se encargan de que no falte ni un ápice de información, más útil si cabe en una versión con tecnología híbrida. Porque sí, tanto una como otra pantalla aportan datos específicos del funcionamiento híbrido, con apartados dedicados para los consumos, autonomía, croquis de funcionamiento y estadísticas de uso, entre otros.

También cuenta, y se agradece, con mandos físicos para el sistema de climatización bajo la pantalla y una consola central limpia que tiene un pequeño selector de marchas para el cambio automático (S tronic de seis marchas) en lugar de la clásica palanca.

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El habitáculo saca jugo a los 4,34 metros de largo y sobre todo a los 2,63 de distancia entre ejes para hasta los ocupantes traseros vayan cómodos, mejor dos que tres en la fila trasera.

Lo que sí condiciona la hibridación es la capacidad del maletero, que ha obligado a poner debajo el depósito de combustible (la batería se ubica bajo los asientos traseros) y por tanto pierde 100 litros de capacidad, dejando en total 280 litros que pueden quedarse cortos si se viaja con mucho equipaje.

Potencia a la carta

Como hemos dicho, la mecánica híbrida enchufable de este A3 Sportback 45 TFSIe es la más potente, con 245 caballos en total, y es la misma que llevan otros modelos del Grupo Volkswagen como el Skoda Octavia RS iV PHEV o el Volkswagen Golf GTE.

La base está en un motor gasolina de cuatro cilindros turboalimentado de 1,4 litros y 150 caballos que trabaja en combinación con un bloque eléctrico de 80 kW. El tercer elemento de la fórmula está en una batería de 10,4 kWh de capacidad útil que permite al conjunto recorrer hasta 59 km en modo cien por cien eléctrico, una cifra ya muy respetable para conducir a diario con emisiones cero. Además, para tenerla cargada al máximo solo son necesarias cinco horas en un enchufe doméstico.

Pero estamos ante un híbrido enchufable, y eso tiene la ventaja de que la autonomía total no está limitada a lo que dé de sí la batería, pudiendo superar con facilidad los 730 km si somos cautos con el acelerador.

Además, cuando el sistema funciona en conjunto las prestaciones son sensacionales (acelera de 0 a 100 km/h en menos de 7 segundos), con la suavidad y silencio del funcionamiento eléctrico cuando la batería tiene carga y la contundencia y la sonoridad del motor térmico si se demanda potencia.

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Para “graduar” la respuesta del coche hay disponibles cinco modos de conducción dentro del sistema Audi drive select, que van desde el más moderado efficiency al configurable individual, pasando por el confort, auto y el más deportivo dynamic. Además, hay un función EV que, mediante un botón, activa y fuerza el modo eléctrico o deja que el sistema se híbrido se gestione automáticamente. Junto a ello hay dos funciones más para mantener o cargar la batería mediante el motor térmico, todo lo cual condiciona el funcionamiento y consumo del coche.

En nuestro caso, conseguimos recorrer en modo cien por cien eléctrico 51 km, y el consumo en los primeros 100 km fue de solo 3,3 litros. A partir de ahí, recargando la batería con el motor y sacando jugo puntualmente a la mecánica, el consumo se elevó hasta los 6,2 litros a los 100 km, dejando al final una media en torno a los 5,6 litros.

Fácil de conducir

Por lo demás, este A3 tiene un comportamiento ágil y aplomado a pesar de que “arrastra” 300 kg más que la versión térmica, con ese feeling deportivo y muy abordable que Audi sabe dar a sus productos en carretera.

En ciudad, el tamaño del conjunto y el funcionamiento del motor eléctrico hace más plácida la conducción entre el tráfico, y además no hay limitaciones de tránsito y aparcamiento gracias a la etiqueta Cero de la DGT con la que está catalogado.

El Audi A3 Sportback 45 TFSIe es un compacto prémium que no es precisamente asequible. Cuesta 45.700 euros, pero con el máximo de ayudas del plan Moves III la cuantía se reduce hasta en 5.000 euros, lo que lo hace ya más interesante.

Si bien el equipamiento de serie tiene elementos importantes como la estética deportiva, los faros LED, las llantas de 18 pulgadas, pantallas digitales, climatizador bizona, cable de carga y una dotación de seguridad y ayudas estándar, todavía hay que recurrir al paquete Tech, que cuesta 2.325 euros, para tener el cuadro digital más avanzado (Audi virtual cockpit plus) y el sistema de navegación MMI plus, mientras que el grueso de ayudas avanzadas son opcionales con sobreprecio.