BYD y Tesla, Tesla y BYD. La batalla está servida entre estos dos fabricantes especializados en modelos eléctricos que están consiguiendo registros de vértigo (comparados con los de los fabricantes tradicionales) y en los que la marca china parece haber tomado en la actualidad la delantera.
Con 4,8 metros de longitud, el Seal es una berlina coupé con un destacado coeficiente aerodinámico de solo 0,21 que está lejos de “copiar” diseños alternativos. Su estilo tiene mucha personalidad y sobresale especialmente por la definición de la imagen trasera, muy característica por el carenado del paragolpes y la firma lumínica de luces LED que recorre de lado a lado toda esta zona.
Las manillas de las puertas ocultas, las distintivas llantas de 19 pulgadas o las distintas tomas de aire que incorpora también contribuyen a definir una presencia tan personal como atractiva.
Gran calidad de acabados
De puertas hacía dentro hay tres detalles que saltan enseguida a la vista como su gran calidad de acabados, generosa habitabilidad (confirmada con unas desahogadas plazas traseras) y un salpicadero bastante bien organizado, en lo que a la colocación de los distintos mandos se refiere, con protagonismo para la gran pantalla multifunción de 15,6 pulgadas que se puede rotar, bien en posición vertical o bien en horizontal, pulsando un simple botón.
En este sentido, hay algo más que apariencia y de capacidad para sorprender al “vecino”. Su sistema multimedia es harto completo y podemos manejar un sinfín de funciones, tanto las que tienen que ver con la conectividad como las que lo hacen con el funcionamiento y personalización del propio vehículo.
En el inicio de su comercialización, el modelo chino incluye una batería de 85,5 kWh de capacidad disponible en dos versiones.
Comienza la oferta con el Design, que ofrece una potencia de 313 caballos más una autonomía en ciclo WLTP de 570 kilómetros, y continúa con el Excellence AWD que ya cuenta con dos motores eléctricos, uno en cada eje, para destacar por sus 530 caballos y tracción a las cuatro ruedas.
Comportamiento deportivo
Esta última versión es la que nos ha tocado en suerte probar y los resultados en su conjunto no pueden ser más satisfactorios. Con cuatro modos de conducción a elegir (ECO, Normal, Sport y Snow) esta variante añade, además de su tracción total, una suspensión activa que se adapta perfectamente a nuestras necesidades de conducción o estado del pavimento.
En marcha, el Seal es un coche que llena enseguida. Se le nota muy preciso en todos los movimientos y la respuesta se puede catalogar hasta de deportiva para el disfrute de quien se pone a sus mandos.
Según los datos proporcionados por la marca, el consumo combinado es de 18,2 kWh/100 km y en nuestra prueba hemos podido anotar 19,7 que no está nada mal para un coche de su tamaño y potencia. El tiempo de carga en un poste rápido, por su parte, es de 26 minutos para pasar del 30 al 80%.
Por lo que concierne al equipo de frenos, este otorga un tacto muy de modelo con motor térmico sin apenas necesidad de acostumbrarse a sus reacciones como suele ocurrir con este tipo de coches.
No podemos obviar su ergonómica posición de conducción, y sus buenos asientos, que enseguida se adaptan a nuestras preferencias, algo que nunca se debe dejar de lado para encontrarse como en el salón de nuestra casa. Eso sí, la visibilidad posterior, por el diseño de la carrocería, es bastante crítica.
Rival directo del ya mencionado Tesla 3 y en el que también se ve las caras con los más caros Hyundai Ioniq 6 o BMW i4, para terminar únicamente nos quedaría fijarnos en otro de los grandes atractivos de este modelo, su precio.
Sin añadir ningún tipo de ayudas estatales ni promociones de la marca, el Seal Excellence arranca en 48.990 euros (40.780 euros con subvenciones) sin menospreciar la garantía de 6 años o 150.000 kilómetros que ofrece este fabricante más los 8 años para la batería.
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