Chris Valasek y Charlie Miller consiguieron piratear el sistema informático del vehículo para controlarlo a distancia desde un ordenador.
Jeep retiró 1,4 millones de coches del mercado hasta que solucionó el error de seguridad.
Los hackers han vuelto a conseguir sortear la seguridad y, además, logrado manejar todavía más elementos del vehículo, como el acelerador o el volante.