Magarigawa Club
A unos 100 kilómetros de Tokio, un magnate ha creado su propia pista de carreras en un complejo de lujo que nada tiene que envidiar a los clubs más selectos del mundo. Lleva abierto un año y ya es un auténtico éxito.
Se trata de un modelo único desarrollado a través del programa Special Projects de Ferrari.
Esta nación quiere que entre en vigor un permiso especial para conducir este tipo de vehículos de tanta potencia, y además tiene la intención de sancionar a los propietarios que deshabiliten ciertas ayudas a la conducción.

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