La compañía de Elon Musk ha tomado una decisión drástica respecto a varios de sus modelos y ahora obsequia a sus compradores con un llamativo complemento para intentar solucionar los efectos de esta determinación.
Model 3 tiene en riesgo los cables que conectan la cámara de visión trasera con el sistema central, mientras que Model S abre el capó delantero de manera involuntaria.
Cuenta con una boquilla especial que puede perforar la parte baja de los coches para enfriar la batería y necesita solo entre 1.000 y 4.000 litros de agua para apagar el incendio, bastante menos de lo que se usaba hasta ahora.
Si, por ejemplo, la parte delantera está frente a una pared, la detectará y cambiará automáticamente de sentido: “Cuando conduces sin palanca, ya no quieres volver a usarla”, apunta Elon Musk.