Los coches fabricados en China han irrumpido con mucha fuerza en Europa, y es que los automóviles del gigante asiático se han convertido en protagonistas del Viejo Continente, y eso incluye también a España. Estos vehículos han aumentado exponencialmente sus ventas en todos los países de la Unión Europea gracias a precios muchos más bajos, y por ello desde el organismo supranacional han tomado medidas.
La Unión Europea tiene la intención de subir los aranceles hasta un 38% para los automóviles que provengan de China, lo que también ha provocado un daño colateral: los fabricantes europeos con factorías en el país asiático también sufrirán esta subida de tasas. Todo esto proviene de los precios de los coches chinos, que son bastante más económicos que sus homólogos europeos.
¿Por qué los coches chinos son más baratos en su país?
Según un informe de Reuters, el modelo BYD Atto3, uno de los más modelos de la marca estrella de la automoción de China, tiene un precio de menos de 20.000 dólares en el gigante de Asia, mientras que comprar el mismo coche en Alemania te costará más de 42.000 dólares. ¿Dónde radica una diferencia tan pantagruélica por el mismo automóvil? La respuesta está en la feroz competencia que hay en el país.
Se calcula que hay hasta 170 fabricantes de coches en China, por lo que que la competencia en el país es absolutamente descomunal. Lo que provoca esta coyuntura es que las empresas tengan que bajar radicalmente los precios para intentar captar más compradores. Todo esos beneficios que dejan de obtener deben recuperarlos de alguna manera, y por ello inflan el importe de sus vehículos en Europa.
A pesar de esta desmesurada diferencia entre los dos mercados, los coches fabricados en China siguen siendo más baratos que los que se han ensamblado en Europa, y es que los costes de producción son mucho más económicos en el gigante asiático. Esa es la razón por la que estos vehículos tienen un precio más módico que los de otras marcas como Renault, BMW, Fiat o Volkswagen.
El duelo de aranceles entre la Unión Europea y China
Aunque la subida de aranceles a los automóviles chinos no es definitiva, ya que la Unión Europea ha dado un ultimátum al Gobierno de China hasta el 4 de julio, sí que es bastante probable que ocurra. Eso sí, no será el mismo aumento de tarifas para todas las empresas, ya que, por ejemplo, BYD sufriría una tasa del 17,4%, mientras que SAIC tendría que hacer frente a un tributo del 38,1%.
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