¿Qué significan los puntos rojos que hay en los neumáticos?

Los neumáticos son como unos buenos zapatos: hay que elegir los que se ajusten a nuestras necesidades, con el tamaño correcto, para circular con comodidad y seguridad. Al escoger neumáticos para nuestro coche o moto, hay que asegurarse de que sean de las medidas y características adecuadas para nuestro vehículo, según lo que especifican los fabricantes. 

También se puede hacer uso de neumáticos equivalentes, siempre teniendo en consideración las tablas de equivalencias para instalar las gomas adecuadas y no tener problemas, a posteriori, en los centros de la ITV. En este artículo te explicamos todo lo que debes saber sobre los neumáticos equivalentes.

Cuando compramos un neumático nuevo, podemos percibir que hay varias marcas y códigos grabados en el flanco, más allá de las nuevas etiquetas que nos ayudarán a entender sus características y su comportamiento ante distintos factores climáticos. Los números que podemos ver en el neumático hablan de su fecha de fabricación, un dato que puede tomarse como referencia para estimar la duración y la caducidad del neumático.

La importancia de los puntos rojos de los neumáticos

¿Metes tu coche por caminos de tierra? Un mal bache podría costarte 900 euros

Pero, más allá de estos códigos, en el flanco del neumático también podemos apreciar un punto rojo. No es una mancha ni un desperfecto, es una señal importante para poder llevar a cabo el proceso de matching entre la goma y la llanta. ¿Qué significa esto? 

Pues que el fabricante ha colocado estos puntos rojos en el neumático para hacerlos coincidir con las mismas marcas que se encuentran en las llantas durante la instalación de las nuevas gomas. El punto rojo del neumático señala su lado menos pesado mientras que el de la llanta apunta al lado más pesado. Cuando, durante el montaje de los neumáticos, se hacen coincidir estas marcas (lo que se llama matching o emparejamiento), el equilibrado de las ruedas es mucho más rápido y eficiente. 

Cabe recordar que es necesario equilibrar las ruedas del coche para evitar problemas en la dirección o un desgaste prematuro de los neumáticos, lo que alagará su vida útil permitiéndonos, a la larga, ahorrar dinero y conducir con más seguridad.